Aún sigue siendo actualidad la salida de tono de los cuatro jugadores del Sevilla que protagonizaron el almuerzo conjunto con sus parejas que no cumplía la ley del confinamiento decretado por el Gobierno en la fase en la que se desarrolló, que impedía reuniones de más de 10 personas. Banega, Ocampos, Franco Vázquez y De Jong entrenan apartados del grupo a la espera de nuevos test y el resto de la plantilla cierra filas en torno a ellos, al igual que hizo Monchi este lunes.
Óliver Torres ha querido salir en defensa de sus compañeros. “Los compañeros han asumido su error. Sabemos que somos un ejemplo para la sociedad y hay que hablar también de las disculpas que han pedido. Todos somos una familia y la familia está para levantar al miembro que se cae”, ha explicado el jugador extremeño, que espera ansioso la llegada de la competición aunque es consciente de que será difícil acostumbrarse a jugar sin público: “Hay que pensar en la gente a la que les gustaría estar apoyándonos. Habrá que intentar dar un poco más cuando ya no queden fuerzas, sacándolas desde las entrañas. Ojalá comencemos con una victoria, que es lo que todos queremos”.
El ex jugador del Porto tiene ganas de disfrutar del derbi, un partido distinto a todos. “Yo he vivido partidos muy bonitos, cada uno tiene su esencia. Aquí hay una rivalidad sana, hay guasa durante un mes… El factor campo es importante, pero todos los partidos empezarán de cero en esta situación. Vamos a intentar que el factor cancha pese aunque el partido se juegue a puerta cerrada”.
Por último, reflexiona en voz alta sobre cómo será el fútbol en la reanudación de la Liga y en un verano atípico: “Pensé que no se jugaría más, tenía muchas dudas. Entre todos ponemos nuestro grano de arena para que todo salga bien. Alemania es el ejemplo a seguir. Se podrá jugar con normalidad, entre comillas. Será una liga distinta, se darán resultados extraños porque las condiciones son extrañas. Todo se decidirá por detalles y queremos que esos detalles caigan de nuestro lado”.
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