Durante la presidencia de Donald Trump, los gobiernos de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Turquía, China y Malasia gastaron cientos de miles de dólares en el Trump International Hotel en Washington al mismo tiempo que intentaban influir en la política exterior estadounidense, según a los resultados de la investigación publicados el lunes por el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes.
Los recibos de hotel obtenidos por el Comité de Supervisión muestran que el entonces primer ministro de Malasia y su delegación gastaron $259,724 en el hotel durante una estadía de una semana en septiembre de 2017, incluida una habitación de $10,000 y un “entrenador personal” de $1,500 para el asediado primer ministro Najib Razak y $9,229 por “Coffee Break[s]”. En ese momento, Razak estaba presionando sin éxito a la administración Trump para que abandonara una investigación sobre un fondo soberano de riqueza de Malasia que él había cofundado.
El Ministerio de Defensa saudita gastó $85,961 durante una estadía de una semana en marzo de 2018, incluido el alquiler de varias suites de $10,500, según los hallazgos del Comité de Supervisión. Los ingresos sauditas por el hotel Trump se produjeron durante un período en el que Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos presionaban a la administración Trump para que los apoyara durante su bloqueo contra el rival económico Qatar.
Por su parte, los funcionarios qataríes y las empresas vinculadas gastaron al menos $307.941 en el hotel Trump desde finales de 2017 hasta mediados de 2018, según los hallazgos del Comité de Supervisión.
Durante su presidencia, cobró hasta $1,185 por noche, más de cinco veces la tarifa del gobierno.
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