Los cuatro diputados del PDeCAT se abren a pactar con el Gobierno


Una vez consumado el cisma en Junts per Catalunya, los cuatro diputados del PDeCAT que hay en el Congreso, de un total de ocho, se disponen a volar solos y a romper ataduras con los que hasta ahora eran sus compañeros de grupo. Estos parlamentarios consideran que a partir de ahora podrán mostrar la cara más pactista y dialogante que caracterizó a la extinta Convergència de la que son herederos y se abrirán a negociar con el Gobierno las leyes que se tramiten en el Congreso, empezando por los Presupuestos Generales y cuyos votos pueden resultar decisivos para su aprobación.

El PDeCAT tiene cuatro diputados en el Congreso —Ferran Bel, Sergi Miquel, Concepció Cañadell y Genís Boadella— y otros tantos en el Parlament, que pueden alterar las votaciones en ambas cámaras a partir de ahora, a la vista de la aritmética parlamentaria. En Madrid para apuntalar al Gobierno en la legislatura que acaba de empezar, y en Barcelona para ponerle la puntilla al Govern en el epílogo político que se avecina.

El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, reunirá a los ocho parlamentarios el próximo lunes para decidir la estrategia a seguir, después de que la fractura sea ya irreversible tras la destitución de la única consejera que mantenía el carné del partido, Àngels Chacón. El PDeCAT lo consideró una “purga política” y desde Junts se da por hecho que sus antiguos compañeros de filas querrán desmarcarse y el mejor escaparate serán las votaciones parlamentarias, en las que se acabó la disciplina interna

“Se irán desmarcando de Junts, sobre todo en el Congreso y a la mínima posibilidad que tengan de acordar algo con Pedro Sánchez, lo harán”, recuerda un exdiputado del PDeCAT que conoce bien a sus antiguos compañeros. En todo caso, admite que “está por ver hasta dónde llegan”.

A favor de que se pueda producir ese apoyo figura la estrecha sintonía personal que mantienen Bonvehí y el ministro de Sanidad y secretario de organización del PSC, Salvador Illa. Ambos lograron un pacto de gobierno en 2019 para gobernar la Diputación de Barcelona, insólito en aquella época y que Carles Puigdemont intentó torpedear a última hora desde Bruselas. El líder del PDeCAT lo evitó.

“Ellos han de hacer su camino y es lógico que quieran marcar perfil propio desde el primer momento”, admiten desde Junts para referirse al PDeCAT, un partido en el que la destitución de la consejera Chacón causó un profundo malestar, sobre todo por las formas. Bonvehí se enteró por los medios de la remodelación del Gobierno, al igual que la exconsejera y los otros dos destituidos. El pasado martes la portavoz del Govern, Meritxell Budó, fue preguntada sobre el alcance que tendría la crisis interna en el ejecutivo que preside Quim Torra; negó cualquier consecuencia.

Al día siguiente se reunieron todos los diputados y senadores de los grupos parlamentarios escogidos en las listas Junts per Catalunya, incluidos los del PDeCAT y tampoco se abordó el cambio de gobierno, hasta que Torra lo comunicó el jueves. Esas formas han enojado también al expresidente de la Generalitat Artur Mas, según ha hecho saber al PDeCAT, partido en el que sigue militando.

Más allá del sentido de las votaciones en ambas cámaras, queda por ver si se rompe o no la relación orgánica que mantenían hasta ahora todos los diputados de Junts per Catalunya y nada hace pensar que los parlamentarios del PDeCAT quieran abandonar el cobijo que da mantenerse en el grupo parlamentario en el que están. En el caso del Congreso, los ocho diputados electos de Junts están adscritos al Grupo Parlamentario Plural, junto a dos de Más País, uno del BNG y el de Compromís.

Salir de ahí les abocaría al Grupo Mixto, donde se reduciría su visibilidad, su estructura parlamentaria de apoyo y los ingresos, por lo que todo indica que se mantendrán. Sin embargo, eso les obligará a llegar a un acuerdo interno para repartirse el tiempo de las intervenciones, por ejemplo, y otras cuestiones como el reparto de las subvenciones que reciben.

En el caso del Parlament, desde Junts se da por hecho que los cuatro diputados del PDeCAT empezarán a votar distinto a partir del pleno de la próxima semana, en el que se debatirá una proposición de ley para limitar el precio de los alquileres o en las resoluciones tras el durante el debate de política general que tendrá lugar el 16 y 18 de septiembre.

Mientras tanto, continúan las disputas internas en el Govern, esta vez a las pocas horas de que tomase posesión el nuevo consejero de Empresa y Conocimiento, Ramon Tremosa. El exeurodiputado se estrenó este viernes reprochando al vicepresidente Pere Aragonès (Esquerra), que no apoyara la propuesta de Quim Torra, de dar una paga extra al personal sanitario. “Cuando entras nuevo es normal que debas ponerte al día”, le replicó Aragonès después de recordarle que las pagas se aprobaron en junio, las validó el Parlament en julio y se empezaron a pagar en agosto.


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