James Harden sigue deshojando la margarita de su futuro con nuevas posibilidades si finalmente logra escapar de Houston Rockets. La estrella de la NBA no quiere seguir en el equipo tejano después de que la franquicia fichara a Paul Silas como entrenador en vez de atender a la preferencia de un Harden que quería a Ty Lue, actual asistente de los Clippers.
La llegada de John Wall por Russel Westbrook no ha hecho cambiar de opinión a ‘la Barba’ que tiene ofertas de los Brooklyn Nets y los Philadelphia 76ers. A estos dos pretendientes se suman ahora otros tantos más. Según el periodista Shams Charania, Milwaukee Bucks y Miami Heat están también entre los destinos preferidos de Harden.
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El problema de Harden es que su voluntad choca frontalmente con los intereses de Houston Rockets que siguen empeñados en retener a su estrella cueste lo que cueste. Es decir, jugador y club mantienen intenciones radicalmente opuestas y lo hacen de manera, de momento, inamovible.
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Indisciplina como medida de presión
Así pues, Harden se ha presentado con varios días de retraso a la pretemporada, obligado por los dos años de contrato a razón de 85,6 millones de dólares que le unen a los Rockets. Además lo ha hecho tras saltarse a la torera los estrictos protocolos de la NBA por la Covid-19, asistiendo sin mascarilla a la fiesta de un rapero y viajando a Las Vegas sin permiso y sin hacer la cuarentena obligatoria previa a la vuelta a los entrenamientos. Por ello no podrá ponerse a las órdenes de Silas hasta, como pronto, el próximo lunes. Antes tendrá que dar negativo de seis pruebas del coronavirus, en días consecutivos, como marca la mejor liga de baloncesto del mundo a los jugadores que rompen el protocolo establecido.
Houston espera que su estrella vuelva a la cancha y recapacite con los nuevos fichajes, especialmente el de Wall. Nets, Sixers, Bucks y Heat esperan en silencio su oportunidad. A La Barba le vale cualquiera de los cuatro con tal de estar en un proyecto con opciones de ganar el título, algo que no ve en Houston pese a su remodelación. El pulso continúa.
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