San Mamés, ese fortín que ha salvado al Athletic en un gran número de partidos a lo largo de su historia, pierde potencial. La razón hay que buscarla en los malos horarios que está sufriendo el equipo rojiblanco por obra y gracia de LaLiga y las televisiones y posiblemente también en un cambio de hábitos de los aficionados a raíz de la grave crisis sanitaria padecida por la pandemia.
Los datos así lo atestiguan. El campo rojiblanco registró un total de asistencia de 532.744 espectadores en los trece partidos jugados con público en la temporada 2019-20, antes de que la Covid-19 estallara con toda su crudeza y el gobierno central decretara el estado de alarma el 14 de marzo de 2020 con el consiguiente confinamiento total de la sociedad y la suspensión de gran parte de las actividades, entre ellas el fútbol. La media hasta esa fecha fue de 40.980 aficionados. El choque con más asistencia fue la visita del Barça de la primera jornada (47.693) y el segundo el derbi contra la Real disputado dos semanas después (46.697).
El último encuentro jugado con público esa campaña fue contra el Villarreal del 1 de marzo, el segundo con menos asistencia (36.350), solo por encima de la cita frente al Levante (33.202). El conjunto dirigido entonces por Gaizka Garitano disputó otro partido con gente en las gradas, ante el Valladolid en Zorrilla. A partir de entonces se detuvo la competición y no se recuperó hasta el fin de semana del 13 y 14 de junio, pero ya a puerta cerrada y con un gran número de medidas de seguridad para evitar los contagios. Los leones jugaron ese curso seis partidos en casa sin público: Atlético, Betis, Mallorca, Real Madrid, Sevilla y Leganés.
La temporada 2020-21 se disputó sin público. El primer partido que pudo acoger el 100% del aforo fue curiosamente ante el Villarreal en la décima jornada de Liga actual después de 601 días en los que los leones jugaron 29 partidos a puerta cerrada o con menos aforo, con un balance de 44 puntos sumados de 87 posibles, un 50,5%. No es una cifra demasiado alta teniendo en cuenta que el Athletic siempre ha labrado su fortaleza en casa. La cita con los de Unai Emery fue la primera de las seis con las posibilidad de llenar el campo al completo. El Athletic metió 226.391 espectadores entre las jornadas 10ª y la 21ª, a una media de 37.731.
Aforo parcial
La pandemia volvió a hacer de las suyas, los contagios aumentaron de forma considerable y el gobierno volvió a cerrar los estadios de forma parcial. El conjunto de Marcelino jugó dos partidos de Liga con esta modalidad, frente a Espanyol (75% del aforo) y Real Sociedad (85%) y tres de Copa, contra Barça (75%), Real Madrid (75%) y la ida de la semifinal de Copa con el Valencia (85%).
El registro baja de forma preocupante hasta los 34.241 aficionados en los cuatro últimos compromisos jugados en casa
La evolución de la pandemia mejoró entre la vacunación de gran parte de la población y el uso de las mascarillas y las restricciones fueron disminuyendo poco a poco. Las autoridades permitieron la entrada completa en los estadios. El Athletic ha jugado así los cuatro últimos encuentros como local, con unas cifras preocupantes de asistencia. 29.485 ante el Levante en el partido disputado el lunes 7 de marzo a las nueve de la noche, un día y una hora pocos dados para ver fútbol en directo; 37.367 con el Getafe (viernes 18 de marzo, 21 horas); 34.572 frente al Elche (domingo 3 de abril, 14 h.) y 35.541 el pasado domingo con el Celta (18.30). El promedio es de solo 34.241 en estas cuatro citas.
El Athletic ha metido un total de 363.356 aficionados en los diez encuentros jugados después de la Covid con la opción de completar el 100% del aforo de San Mamés, a una media de 36.335, 4.645 menos que antes de que estallara con toda su crudeza la enfermedad que nos ha tenido en vilo en estos dos últimos años.
Se trata sin duda de un descenso considerable que perjudica primero al equipo desde el punto de vista deportivo y segundo a la institución en el aspecto económico.