Morena y el Partido Verde en la Cámara de Diputados hicieron caso al llamado de atención del presidente Andrés Manuel López Obrador y retiraron del “plan B” de la reforma electoral un artículo aprobado por el Senado que permitía la transferencia de votos entre partidos políticos. Dicho artículo no estaba en el proyecto original elaborado por Palacio Nacional y fue incluido en las negociaciones en el Legislativo entre Morena y el Verde, aun contra la voluntad de López Obrador. A contrarreloj para que la reforma fuese aprobada en este periodo ordinario de sesiones del Congreso –que ha terminado este jueves–, el mandatario anunció por la mañana que vetaría la reforma si se mantenía la cláusula del Verde. Morena y su aliado en la Cámara baja llegaron durante la tarde a un acuerdo para dar marcha atrás al artículo incómodo. Dado que ello supone una modificación mínima a la minuta enviada por el Senado, el presidente podrá promulgar el resto del “plan B” de la reforma electoral, mientras que la cláusula del Verde que fue eliminada se “encorchetará” y será enviada a la Cámara alta para su discusión, lo que tendrá que suceder hasta el próximo periodo de sesiones, que inicia en febrero de 2023.
La Cámara de Diputados dejó intacta la mayoría de los artículos que le interesan al Gobierno y que entrarán en vigor una vez que López Obrador promulgue el decreto: el achicamiento de la estructura del Instituto Nacional Electoral (INE), la reducción de sus facultades de sanción a funcionarios públicos que promuevan su imagen en periodos electorales y la eliminación del sistema profesional de carrera mediante el que se capacita a miles de trabajadores de la institución, entre otros. San Lázaro también dejó intacta una nueva modificación al artículo 25 de la Ley General de Partidos que permite a los institutos políticos quedarse con los recursos públicos que no se gasten para utilizarlos en procesos electorales subsecuentes (actualmente están obligados a devolver a la Tesorería de la Federación el dinero que no hayan ejercido al término del año fiscal). Los partidos de oposición han advertido de que recurrirán a la Suprema Corte de Justicia para promover juicios de inconstitucionalidad contra el “plan B”.
La sesión de la Cámara de Diputados se suspendió alrededor de cinco horas la tarde del jueves, luego de la amenaza de veto de López Obrador. En el transcurso, el Partido Verde negociaba con Morena la posibilidad de mantener una modificación que se incluyó de última hora el día anterior en el Senado al artículo 12 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales. Actualmente, la ley dice que “en ningún caso se podrá transferir o distribuir votación mediante convenio de coalición”. El miércoles, en el Senado, el Partido Verde impulsó una modificación en el sentido contrario: “Los partidos deberán celebrar un convenio de distribución de los votos emitidos”. La transferencia de votos solía existir en las leyes mexicanas y era conocida en el argot político como cláusula de la vida eterna, porque, en los hechos, era un instrumento que permitía a los partidos mayoritarios traspasar votos a otros menores para evitar que perdieran el registro. La Suprema Corte de Justicia la declaró inválida porque violaba el derecho de los ciudadanos al voto libre, pues sus sufragios iban a parar a partidos distintos de los que habían elegido. Aunque la cláusula fue impulsada por el Verde, también beneficiaba al Partido del Trabajo, otro aliado de Morena.
Mientras la sesión de San Lázaro estaba suspendida, el coordinador del Verde, Carlos Puente Salas, dio una conferencia de prensa en la que anunció que su partido retiraría del proyecto el artículo de la transferencia de votos. Casi inmediatamente después, la sesión del pleno se reanudó. La reforma electoral se aprobó en lo general con 269 votos a favor del bloque oficialista y 217 en contra de la oposición. Durante la discusión en lo particular, Puente subió a la tribuna a formalizar el retiro de la cláusula de la vida eterna. La eliminación del artículo se aprobó con el voto de la mayoría. “Vengo a presentar una reserva donde les cumplimos lo que pedían. Dicen que cuidado con lo que deseas porque se te puede cumplir, ¿y qué creen? Concedido, se les cumplió. A ver ahora cómo le hacen”, dijo el líder del Verde desde la tribuna. Puente todavía afirmó que la modificación propuesta por su partido hubiera beneficiado a todos los partidos, incluidos los de la oposición. “Ojalá y más adelante tengamos la oportunidad de hacerlo de manera seria, porque esto recogería una oportunidad para todas las fuerzas políticas en la legislación general”, dijo.
El PRD, que forma parte de la alianza Va por México junto con el PAN y el PRI, aseguró que su partido no requiere de la transferencia de votos para subsistir. “En el PRD jamás les pedimos la cláusula de la vida eterna, esas prebendas y componendas solo son para los partidos que tienen miedo de desaparecer”, dijo en tribuna la diputada Olga Luz Espinosa Morales. “No necesitamos la cláusula ni la transferencia de votos, porque nosotros no necesitamos hacer fraude a la Constitución”, agregó. La legisladora celebró que López Obrador haya “corregido la plana” a Morena y al Verde. “Hasta le voy a dar la razón al presidente, qué bueno que ahora sí les dijo con su dedito: ‘no, no va a pasar la cláusula de la vida eterna’, y hoy tuvo razón”, dijo.
Tras la aprobación de la reforma, el presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Santiago Creel, señaló que, conforme el artículo 72 de la Constitución, se devolverá al Senado la única modificación aprobada, es decir, la eliminación de la cláusula del Partido Verde, mientras que el resto de los artículos en los que hubo coincidencia entre ambas Cámaras ya ha quedado firme. “La nueva discusión de la Cámara de su origen versará únicamente sobre lo desechado o sobre las reformas o adiciones, sin poder alterarse en manera alguna los artículos aprobados”, señala dicho precepto constitucional.
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