Robarte Olabe ha repartido en tres secciones las líneas maestras del próximo proyecto. La plantilla de la Real que viene se fundamentará entre sus 23 integrantes actuales, los 7 que se han marchado en calidad de cedidos y el Sanse. No habrá hueco para todos. El número total supera con creces la treintena de aspirantes. El orden que establecen los rangos complica el escenario para los menos consolidados, que no son otros que los candidatos del filial a protagonizar el salto de mayor calado en sus carreras deportivas. Son los efectos colaterales del éxito.
La plantilla de la próxima temporada se asemejará mucho a la que triunfa en la 19/20. No se espera que haya que lamentar una fuga de talentos por el complejo contexto al que se enfrenta el mercado de fichajes y el endurecimiento de la vigilancia a los límites salariales. El objetivo prioritario de Olabe y su cuerpo técnico será candar al núcleo duro del plantel con cerrojo.
El director de fútbol realista tampoco descartó movimientos en su comparecencia del jueves: “No te puedo asegurar que no haya fichajes”. La próxima ventana de compraventa de futbolistas se abre el 1 de julio y durará hasta el 1 de septiembre. Coincidirá, en buena medida, con la recta final de la Liga.
La competencia será máxima para los canteranos del Sanse que se encuentren a las puertas de ascender al primer equipo. No sólo por el mantenimiento de la columna vertebral vigente, sino además porque estará adereza de algunos que este curso han despuntado como cedidos. Es el caso de Jon
Guridi y Martín
Merquelanz, siempre que el irundarra termine llegando a un acuerdo en sus negociaciones con el club.
Los guipuzcoanos que han sobresalido en el Mirandés entran en los planes de Olabe para el año que viene: “Creo que tienen sitio y peso”, afirmó el máximo responsable deportivo de la Real, que a su vez confía en que Martin
Odegaard cumpla su segunda temporada en Anoeta. Roberto López, mediapunta clásico que realizará la pretemporada 20/21 con el primer equipo, tendría difícil hacerse un sitio ante semejante tráfico de atacantes. De ahí que lo más probable sea que salga cedido. Lo mismo puede suceder con Martín
Zubimendi, el pivote más aproximado a escalar hasta arriba, pero que se encontrará con Illarramendi, Zubeldia y Guevara en su demarcación. Los primeros indicios de que la calidad del primer equipo exigirá una aparición descomunal del Sanse es que esta temporada no se ha registrado un solo debut en partido oficial de ningún representante del filial.
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