Por insólito -y lamentable- que parezca, el racismo sigue siendo un mal endémico en el mundo del fútbol. Son múltiples los capítulos que se han vivido a lo largo de los años en los terrenos de juego, tanto en las gradas como sobre el césped, mientras sigue la lucha tanto por parte de la FIFA como de los jugadores y aficionados por combatir una de las grandes ‘vergüenzas’ de este deporte.
Este martes se vivió un acontecimiento histórico: en el encuentro entre el PSG y el Istanbul Basaksehir de la Champions League, los dos equipos decidieron retirarse del partido en señal de protesta por un comentario xenófobo del cuarto árbitro sobre Pierre Webó, entrenador asistente del equipo turco. El duelo fue suspendido, para sorpresa de todo el mundo.
La reacción de los jugadores ha sido muy aplaudida en las redes sociales, en una iniciativa que se ve como un apéndice del movimiento ‘Black Lives Matter’ que tanto revuelo está causando en Estados Unidos. Porque sí, aquí también se le dice alto y claro ‘no’ al racismo. Nunca antes se había suspendido un partido por un asunto racista, aunque ha habido casos muy sonados a lo largo de los años.
Eto’o intentó abandonar el campo en La Romareda
No hay que irse demasiado lejos para recordar que Samuel Eto’o, una de las grandes estrellas del Barça en su época de mayor esplendor, fue víctima en el año 2005, en la Romareda, de un oleada de insultos. El delantero intentó abandonar el campo después de escuchar cómo la grada gritaba “¡uh, uh, uh!”, imitando a un mono. El árbitro intentó frenar al jugador del Barcelona, que al final decidió quedarse convencido por Ewerthon, jugador del Zaragoza.
Otro exazulgrana como Dani Alves no se cortó a la hora de responder a un sector de la grada del Villarreal, en 2014, cuando le lanzaron un plátano cuando se disponía a sacar un córner. El brasileño lo recogió y se lo comió mirando directamente a la grada.
“Eres un mono, Marcelo eres un mono”, es el cántico que ha tenido que escuchar en más de una ocasión el segundo capitán del Real Madrid. Y a Kameni, del Espanyol, la afición radical del Atlético de Madrid le dedicó un “Salta la valla, Kameni salta la valla”.
La Fiscalía interviene con Iñaki Williams
Muy sonado fue el incidente que sufrió el jugador del Athletic Iñaki Williams a principios de este año en el estadio del Espanyol. El delantero tuvo que escuchar cómo la grada le insultaba después de ser cambiado. El partido no se detuvo pero la Fiscalía de delitos de Odio de Barcelona interpuso días después una querella contra varios de los aficionados que insultaron al delantero, una medida pionera.
También en el fútbol europeo este año hemos asistido a episodios racistas como el que denunció Neymar, brasileño del PSG, por parte de Álvaro González durante el partido entre el PSG y el Marsella.
Italia es uno de los países donde este problema está más arraigado. Romelu Lukaku, Mario Balotelli, Blaise Matuidi o Franck Kessié denunciaron insultos racistas la pasada temporada en varios encuentros.
En Rusia, el racismo salpica también con fuerza. El Zenit de San Petersburgo fichó al exazulgrana Malcom, pero en las gradas del estadio se pudo ver una pancarta en la que se protestaba su fichaje simplemente por el color de piel. “Gracias a los líderes por su fidelidad a las tradiciones”, se podía leer en la pancarta de los ultras del Zenit. “Para nosotros la ausencia de jugadores negros es solo una tradición, no somos racistas”, explicaron después.
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