A los equipos profesionales de fútbol de Suiza se les permitió entrenar este lunes por primera vez desde el parón por el coronavirus, pero la mayoría prefirió quedarse en casa en medio de la incertidumbre sobre si la liga se reanudará y las preocupaciones del sindicato de jugadores.
El St. Gallen, líder de la Superliga, y el Grasshopper, tercer clasificado de la Challenge (Segunda División) fueron los únicos equipos entre los 20 en las dos divisiones superiores que confirmaron que habían realizado sesiones de entrenamiento.
Si bien las ligas en países como Alemania, Portugal, Turquía, Dinamarca, Noruega, Bulgaria, Serbia, Croacia, Polonia, Hungría o Israel anunciaron el regreso a las competiciones después de obtener la autorización de sus respectivos gobiernos, la Superliga suiza y la liga Challenge se muestran menos interesadas.
El parlamento suizo dictaminó el 30 de abril que las dos divisiones principales podrían reiniciarse a partir del 8 de junio, pero la Liga Suiza de Fútbol (SFL) comentó el jueves que la reanudación dependía del resultado de las conversaciones con el gobierno federal sobre la ayuda para sus clubes afectados.
“Dicha asistencia financiera es un requisito previo para evitar una situación que amenaza la existencia misma del fútbol profesional suizo y permitir que el juego se reanude”, dijo. Se espera que la SFL tome una decisión en una asamblea el 29 de mayo y aseguró que era poco probable que la liga se reanude antes del 20 de junio.
De los otros clubs de primera categoría, Basilea, Young Boys y Lugano ya habían manifestado que esperarían hasta el 18 de mayo; el FC Thun y el Lucena analizaría la situación a partir del 25 de mayo y el FC Zúrich, el 28 de mayo. Sion, Servette y Neuchatel aún no han anunciado ninguna fecha para volver a la actividad.
La Unión Suiza de Jugadores se ha quejado de que aún no ha visto las pautas médicas que sus miembros deberán seguir una vez se retome el fútbol. La semana pasada anunció que el 63,9% de los miembros que participaron en una encuesta declararon que querían suspender el campeonato y el 76% estaban en contra de la idea de que sus equipos estuvieran en cuarentena durante un mes o más, una posible condición para la reanudación de la temporada.
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