Por primera vez desde el año 2000, el Real Madrid ganó la final de la Champions League sin encajar un gol. De nuevo en París, como entonces ante el Valencia, el equipo blanco dejó su portería a 0 ante el Liverpool para conquistar una nueva Copa de Europa. En las otras cinco finales entre la Octava y la Decimocuarta, el Real Madrid siempre recibió solo un gol.
La conquista de esta última ‘orejona’, bautizada ya como la Champions de las remontadas, tuvo un gran protagonista en el partido decisivo: Thibaut Courtois. El belga protagonizó una de las mejores actuaciones que se recuerdan de un portero de una final. Realizó nueve paradas (cuatro de ellas impresionantes) sostuvo al Madrid durante los 90 minutos transmitiendo siempre mucha seguridad y desesperó a los delanteros del Liverpool. Sadio Mané y Mohamed Salah se estrellaron contra el gigante belga, merecidísimo MVP para levantar su primera Champions.
El meta del Real Madrid asegura que haber ganado la Champions “es una locura”
A pesar de que los focos apunten con justicia a Courtois, el Madrid completó una actuación colectiva en defensa de primer nivel para secar a uno de los ataques con más recursos individuales y colectivos del continente. Desde Carvajal a Mendy pasando por Kroos, Valverde y Casemiro, el Madrid mostró en el Stade de France su versión más gremial y solidaria. En el área propia, los defensas blancos estuvieron muy atentos para abortar jugadas de mucho peligro, sin cometer penaltis ni errores fatales.
Especialmente la línea defensiva formada por Carvajal, Militao, Alaba y Mendy subió su nivel para contrarrestar a los delanteros reds, que si superaban la primera muralla blanca luego se estrellaban contra el muro Courtois. A Eder Militao, que venía de las semanas más flojas de toda la temporada, le vino de perlas tener al lado a un David Alaba que venía de un mes parado por lesión. El ex del Bayern acabó el partido con tres disparos bloqueados, 4 de 5 duelos ganados y solo una vez regateado.
El liderazgo y la experiencia del austríaco mezclaron a la perfección en París (y a lo largo de todo el curso) con la exuberancia y el ímpetu del brasileño. El ‘3’ blanco dejó para el recuerdo una corte providencial a Mané en el primer tiempo y se multiplicó en el tramo final para despejar los centros laterales del Liverpool en busca de Van Dijk, que se quedó de ‘palomero’ a la caza de algún balón colgado. Militao realizó 4 despejes, bloqueó dos disparos y ganó los tres duelos aéreos que disputó.
La liberación de Carvajal
Dani Carvajal fue sin duda otro de los grandes nombres propios del triunfo blanco. Lastrado por los problemas musculares que le han lastrado en los últimos años y que en 2018 le obligaron a retirarse de la final de Kiev a vivo llanto, el lateral de Leganés ha recuperado el nivel que le convirtió en un referente de su posición justo en el tramo decisivo del curso. Su duelo con el eléctrico Luis Díaz se presentaba como una de las claves de la final y Carvajal secó al colombiano desde el principio hasta que fue cambiado por Klopp.
El canterano estuvo rápido, concentrado, intenso y contagió con su energía al equipo. Además pidió el balón, tuvo mucha finura e intención cada vez que intervino y participó en la gran jugada colectiva que acabó con el 0-1 de Vinicius en el minuto 59. Además recuperó siete balones, hizo tres despejes y bloqueó dos disparos. Solo fue regateado en dos ocasiones. En el tramo final el Liverpool insistió por su lado con Diogo Jota, Mané y Firmino pero Carvajal, bien escoltado por Casemiro, Militao y Valverde, sostuvo el pulso con entereza.
A Mendy, por su parte, le tocó medirse a Salah. El egipcio, que fue de menos a más, solo le superó en el mano a mano en una ocasión gracias a un gran control en carrera pero se topó con la última gran parada de una noche para el recuerdo. El lateral francés solo perdió dos balones y fue el jugador de campo que más balones recuperó: 9.
La prodigiosa actuación de Thibaut Courtois se explica, en buena medida, gracias al trabajo previo de una defensa que rayó a su mejor nivel para anular a uno de los mejores ataques de la Copa de Europa.
El Real Madrid conquistó la decimocuarta Champions, ‘La 14’, ante el Liverpool con un solitario gol de Vinicius en el minuto 58 y después de un auténtico recital de Thibault Courtois. El belga había proclamado en la previa que estaba “en el lado buena de la historia”, la realidad es que él escribió la historia de la final con cinco extraordinarios paradones a Salah y Mané