Los Miami Heat se han convertido en el octavo y último equipo de playoffs de la Conferencia Este después de superar a los Chicago Bulls por un ajustado 102-91. Los finalistas de la pasada temporada no han fallado en su segunda oportunidad (terminaron séptimos en la clasificación una vez terminada la fase regular) y se las verán ahora con los Milwaukee Bucks en la primera ronda.
Tras más de 40 minutos de igualdad, todo se decidió gracias a un gran parcial local. El marcador reflejaba un 89-90 a falta de tres minutos para el final, momento en el que se inició el incontestable 13-1 de parcial que lo sentenció todo. Strus y Butler brillaron con luz propia: el primero puso los triples, con siete aciertos desde más allá del arco para 31 puntos, y el segundo el liderazgo, terminando también con 31 tantos y llevando el peso del equipo a sus espaldas.
No fue el más vistoso y ofensivo de los partidos, con ambos equipos lanzando de forma muy mejorable desde el triple (33% para los Heat, 28,6% para los Bulls) y jugando de forma muy trabada. Las defensas se imponían y cada canasta era una odisea, por lo que la clave estuvo en los tiros libres. Los locales fueron a la línea 32 ocasiones acertando 28 de ellas, muy por encima del 11/15 que firmaron los Bulls, que además echaron de menos la aportación de una de sus estrellas.
DeMar DeRozan (26 puntos) cumplió en la batalla pero no Zach LaVine, que a pesar de terminar con 15 puntos, lo hizo con un mal 6/21 en tiros de campo y un lamentable 0/6 en triples.