El entrenador de los Memphis Grizzlies sabía que iba a ser una jornada marcada más por los acontecimientos fuera de la pista que la derrota ante Los Angeles Clippers dentro de la misma. La ausencia de Ja Morant, apartado del equipo por mostrar en un vídeo en directo de Instagram una pistola cuando estaba dentro de una discoteca, puede prolongarse de manera indefinida. Así lo reconoció anoche Taylor Jenkins después de que la franquicia comunicara en una primera instancia que la baja sería de dos jornadas. “Hemos dicho que será al menos estos dos partidos”, clarificó el técnico. “Esto será un proceso continúo de curación… no es una situación que tenga un calendario fijo”, añadió.
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En un contexto donde la NBA ha puesto la violencia con armas como uno de sus principales focos lejos de la competición, las reiteradas polémicas relacionadas de Morant le han situado en el ojo del huracán. Quizás la superestrella estadounidense más prometedora por edad y estilo de juego, a sus 23 años se enfrenta a un obstáculo considerable en los próximos días y semanas, con una más que probable sanción de la liga que puede ser abultada.
“Nos tomamos esto muy en serio. Hay un elemento de apoyo para alguien que necesita ayuda y mejorar, pero también hay rendición de cuentas respecto al equipo, y debemos ser firmes”, aseguró Jenkins, la única figura de los Grizzlies que ha hablado sobre este asunto. “A nivel nacional, de la liga, ha habido mucha atención en la violencia con pistolas, así que nuestra postura es la manera de dar apoyo a Ja en una oportunidad de crecimiento. Es una oportunidad para aprender y con suerte podemos salir mejores de ella”. El entrenador no se anduvo con rodeos y aseguró que será un “proceso difícil”.
Después de colgar el vídeo en directo el sábado durante la madrugada estadounidense, Morant desactivó sus cuentas en Instagram y Twitter ante el revuelo generado. A través de un comunicado, informó de que tomaba responsabilidad absoluta por las acciones llevadas a cabo. “Lo siento por mi familia, compañeros, entrenadores, aficionados, colaboradores y la ciudad y organización en Memphis. Voy a tomarme un tiempo lejos de las canchas para recibir ayuda y trabajar en aprender mejores métodos para lidiar con el estrés y el bienestar personal”, escribía.
Más allá del último vídeo colgado en las redes, Morant presenta en su corta trayectoria varios incidentes relacionados con armas de fuego. Una investigación de The Washington Post destapó recientemente dos altercados del jugador, uno con un agente de seguridad de un centro comercial y otro con un menor de 17 años al que golpeó y amenazó con una pistola. Sobre esos hechos, el agente del jugador descartó culpabilidad alguna del jugador. “Cualquier alegación en relación con un arma de fuego ha sido investigada a fondo y no ha sido corroborada. Esto incluye una investigación de la NBA el mes pasado, donde no encontraron pruebas”, explicó Jim Tanner en respuesta al reportaje.
La liga, que de nuevo investiga al jugador, puede sancionarle con severidad si confirma la existencia de esa arma de fuego que aparentemente se observa en el vídeo de Instagram. En el pasado, Gilbert Arenas fue suspendido indefinidamente de la competición por llevar armas dentro del vestuario, y la NBA tiene protocolos muy estrictos al respecto. El convenio de la competición prohíbe explícitamente la posesión de un arma en recintos de la NBA y viajes relacionados con la liga, y la suspensión puede superar los 50 partidos de confirmarse lo que se intuye sobre el caso Morant.
“El foco está en que Ja ha tomado la responsabilidad para recibir la ayuda que necesita y estar en un mejor lugar, pero también estar en un mejor lugar para encajar las expectativas y responsabilidades como miembro del equipo”, desarrollaba su entrenador. “Vamos a darle apoyo en esto, pero también le haremos responsable”.