Lo inesperado sucedió. Philadelphia
76ers permitió que los Atlanta
Hawks sigan soñando y dijeron adiós a su temporada tras una serie horrible que, pese a todo, tuvo que decidirse en el séptimo partido. Atlanta selló anoche su billete a las Finales del Este con un triunfo por 103 a 9
6.
Que nadie se equivoque, los Hawks merecieron ganar. Los muchachos de McMillan han cuajado una eliminatoria seria y valiente, apeando a uno de los grandes equipo del Este y desnudando todos sus defectos.
Anoche, con un Trae Young más fallón de lo habitual, le toco a Kevin Huerter dar el paso adelante. El joven exterior se fue hasta los 27 puntos con una fantástica serie de tiros. Young, negado de cara al aro, se dedicó a repartir juego y volvió a terminar con un doble-doble.
Encontraron poca resistencia enfrente. Joel Embiid terminó con 31 puntos y 11 rebotes, Tobias Harris 24 y 14, pero la sensación fue la de un equipo superior al otro en todo momento. Ben Simmons, desaparecido en combate, ciertamente ayudó a que esto fuera cierto.
El base cierra una serie dantesca, lejos de todo lo que se espera de él. Simmons ha decepcionado porque en ataque ha sido absolutamente irrelevante y en defensa no ha sido capaz de tener el impacto que un candidato al DPoY debería tener.
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Atlanta fue trabajando, sumando puntos poco a poco como la hormiga que acumula su comida para el invierno. No hubo ningún parcial loco pero en cada cuarto aumentaron su renta, conscientes de que los Sixers no iban a pegar el pelotazo.
Los banquillos pasaron ayer desapercibidos con la excepción de un Danilo Gallinari que cogió el relevo de Bogdanovic. El italiano terminó como segundo máximo anotador de los suyos, con 17 puntos y 5 rebotes. McMillan ha demostrado su mano manejando las rotaciones en los momentos clave.
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Para los Hawks este triunfo es un éxito. Pase lo que pase en las Finales del Este, Atlanta ya ha superado todas las expectativas. A partir de ahora, sin el peso de la responsabilidad, soñar será mucho más sencillo.
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Los Sixers, por otro lado, han vuelto a decepcionar. Quizás no tanto por el resultado, por haber caído en semis de conferencia, sino por la forma en la que esto ha sucedido. Una plantilla confeccionada para mucho más. Habrá trabajo este verano en Philadelphia, seguro.
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