Atlanta
Hawks va camino de dar una de las sorpresas de la temporada. Los de Nate McMillan ganaron anoche en Philadelphia y pusieron el 3-2 en la serie ante los Sixers, dejando a los de Doc Rivers al borde de la eliminación. La victoria, 109 a 106 por la mínima, la lideró una noche más Trae Young.
Un último cuarto demoledor le valió a Atlanta para deshacer todo el trabajo que los Sixers habían hecho durante 36 minutos. Philly llegó a tener más de 20 puntos de ventaja en un castillo de naipes que se vino abajo en un asalto final inaudito.
Young se fue anoche hasta los 39 puntos, demostrando que está intratable desde la línea de personal. Anotó 17 de los 19 tiros libres que intentó y fue, junto a John
Collins, de lo poco salvable del quinteto titular de Atlanta.
Y es que el partido lo remontaron los menos habituales. Solomon
Hill y Onyeka
Okongwu se echaron el equipo a la espalda cuando todo parecía perdido. Lo hicieron junto a Danilo Gallinari y Lou Williams, todos ellos como parte de la segunda unidad.
En Philadelphia el último cuarto fue una debacle. Se salvaron Seth Curry y Joel Embiid, anotando 36 y 37 puntos, respectivamente, pero el resto no estuvo a la altura de lo esperado. Tobias
Harris apenas anotó 4 puntos y Ben
Simmons logró 8, aunque falló 10 tiros libres que podrían haber cambiado las tornas.
En el banquillo, Rivers tampoco encontró respuesta. Ni puntos, ni defensa ni un revulsivo con el que frenar la sangría del último cuarto. ¿Cómo es posible que en un mismo encuentro Korkmaz terminase con un +22 en cancha y Thybulle con un -17?
El sexto partido tendrá lugar en Atlanta, un primer match–ball para los Sixers que tendrán que ganar fuera de casa si quieren mantenerse con vida y forzar el séptimo partido. Los Hawks, con la confianza por las nubes, buscarán sellar su pase a unas Finales
de
Conferencia que no han pisado en décadas.
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