Jordi Fernández tendrá que seguir esperando para ser primer entrenador en la NBA, aunque el hecho de que los Atlanta Hawks le hayan considerado para el puesto ya dice mucho de la cada vez mayor reputación del técnico de Badalona, ahora segundo de Mike Brown en los Sacramento Kings. La franquicia de Georgia se ha decidido al final por contratar al experimentado Quin Snyder como ‘head coach’ cinco días después de destituir a Nate McMillan. Charles Lee, Kenny Atkinson y Mitch Johnson eran otros nombres que habían sonado para el banquillo de los Hawks.
Snyder, anunciado ya también oficialmente por Atlanta, firma por 5 años después de su salida el curso pasado de los Utah Jazz, donde se labró la mayor parte de su currículum con sus 8 años (2014-2022) en la franquicia de Salt Lake City, a la que metió seis veces en playoffs con dos semifinales de Conferencia como mejor resultado.
Según destaca Adrian Wojnarowski, los Hawks buscan con el técnico de 56 años la estabilidad que les ha faltado en los dos últimos años con dos entrenadores diferentes -Lloyd Pierce y el propio McMillan-, y con el ascenso de Landry Fields de General Manager a Presidente de Operaciones, reduciendo el rol del anterior directivo en este cargo, Travis Schlenk, al de mero asesor.
Quin Snyder, un entrenador muy importante en la carrera de Ricky Rubio
La organización de Georgia espera que la buena mano de Snyder en su trato con los jugadores -ha sido muy importante, por ejemplo, para Ricky Rubio y Donovan Mitchell, solucione los problemas de química del vestuario.
Una falta de ‘feeling’ que ha tenido su efecto en los resultados -los Hawks son octavos en puestos de play-in cuando se les exige llegar lejos en playoffs-, y que señala, sobre todo, a Trae Young, que tuvo una fuerte discusión con McMillan en diciembre. Las tensiones parecían solucionadas de puertas para afuera pero el técnico ha acabado saliendo para acentuar la cierta mala fama que se cierne sobre un Young del que se especula que ya tenía una mala relación con Lloyd Pierce, destituido en marzo de 2021 para que llegara McMillan.
Young ha tenido una mala relación con todos sus entrenadores hasta ahora
Así pues, Snyder es ya el tercer entrenador desde que Trae Young llegara a los Hawks en 2018 en el famoso intercambio con Dallas por Luka Doncic tras el draft de ese año.
“La gente va a decir lo que tenga que decir”, dijo Young el viernes en sus primeras palabras tras el cese de McMillan, pesando sobre el base las acusaciones ‘devorar’ entrenadores. “No tengo nada más que amor y respeto por Nate McMillan, muchos jugadores han jugado para muchos entrenadores. Yo no miro en eso, no miro hacia el siguiente entrenador que viene. Intento hacer lo que sea para simplemente ganar un título”, se defendió el base en declaraciones recogidas por Associated Press.
McMillan – Young, una relación complicada
A McMillan se le habría acabando yendo de las manos la difícil gestión como jugador de Trae Young después de ir a verle personalmente en verano a su casa para convencerle de adoptar en ciertos momentos un rol más al margen del balón con la llegada de otro base dominante como Dejounte Murray, según desveló The Athletic. El técnico de Carolina del Norte habría tomado esa decisión fruto del fracaso en los playoffs con la eliminación en semifinales de Conferencia tras haber llegado a las Finales del Este el año anterior. La principal causa, la falta de soluciones ante la completa anulación de Young por parte de los Heat con su defensa en esos playoffs del año pasado.
Young ha demostrado encajar en la pista con Murray pero los Hawks han adolecido de otros problemas como la falta de consistencia desde el banquillo. Atlanta confía en que Snyder logre ese equilibrio ataque-defensa que le falta a unos Hawks undécimos en rating ofensivo (114,2) pero muy frágiles cerca de su aro, con el noveno peor rating defensivo con 114,4.
El ex técnico de los Jazz ya trabajó en Atlanta el curso 2013-2014 como asistente de Mike Budenholzer. Entre otros retos, ahora afronta el de poner orden en el ‘gallinero’ que es el vestuario de los Hawks, con un Trae Young, más que nunca, en el punto de mira.