Los Heat acarician las Finales de Conferencia en un bonito pulso Butler-Brunson

Los Heat ya están casi aquí, a punto de plantarse en las Finales de Conferencia y de convertirse en una amenaza para Sixers o Celtics con su impasible ilusión y su infinito espíritu colectivo por bandera. Con seriedad, riqueza táctica y un insaciable deseo reflejado en la diferencia en los rebotes -52-42-, ganaron otro pulso a los New York Knicks ante el calor de su afición (109-101) para poner el 3-1 en la serie.

Jimmy Butler, que se apunta hasta un bombardeo si hace falta, hizo acto de presencia pese a su tobillo derecho entre algodones para deleitar con su enésima exhibición en estos playoffs para empacharse de estadísticas, golpeando y sirviendo con 27 puntos -9/17 en tiros de campo-, y 10 asistencias, pero también bajando al barro con 6 rebotes, 2 tapones y 2 tapones porque en estos Heat tan ‘proletarios’ hasta el jugador con más glamour se arremanga.

Y nada que envidiar en el particular desafío de fueras de serie Jalen Brunson, incrementando su rendimiento con una excelente lectura para, en su mejor actuación en estos playoffs, acabar con 32 tantos -10/21 en lanzamientos-, 4 capturas y 11 pases de canasta. Un monólogo en vano, demasiado aislado el base ante la multitud de problemas de los Knicks, ‘abandonado’ a falta de 3 minutos por un Julius Randle por fin decente -20 tantos y 9 rebotes-, pero eliminado por faltas como Josh Hart.

Por mucho que el Madison Square Garden pueda jugar su mística y entregar al conjunto neoyorquino el 3-2 el miércoles, los Heat tienen atados a los Knicks de pies y manos y, además, podrían definir en Miami en el hipotético caso de un sexto encuentro.

El conjunto de Erik Spoelstra le tiene cogida la medida al de Tom Thibodeau y siempre acaba encontrando algún defecto como fue este caso la diferencia en rebotes -los Knicks sólo cogieron 1 en todo el último cuarto por la decena de su rival-. Mantuvieron siempre a raya a unos Knicks que jamás llegaron a ponerse por delante tras el descanso (56-48) pese a ponerse a 2. Tan cerca pero tan lejos.

Tan bien están haciendo las cosas como equipo los Heat con sus carencias y a falta de tiradores como Victor Oladipo o Tyler Herro -el mejor desde el perímetro de Miami-, y tanto se lo creen que hasta pueden no entregarse fácilmente a Butler.

En la segunda parte pulsaron el botón de su líder, pero en la primera supieron mantenerse bastante independientes de él, sólo necesitando de 9 puntos del alero ante el sincronizado juego colectivo coral en transición con una velocidad endiablada con un incesante movimiento de balón también en estático, con Bam Adebayo sacando de sitio y de quicio a Mitchell Robinson con su tiro de media distancia y buscándole las cosquillas desafiándole en espacios más abiertos. 

El pívot, criticado por intermitencia en este último tramo de campaña y sobre todo en el tiro, estuvo notable con 23 puntos con un 10/17 en tiros y reinando en el rebote con 13 capturas. También se subieron a los dobles dígitos Max Strus (16), un Kyle Lowry que ha regresado al pasado para quedarse definitivamente en él (15) y Caleb Martin (10).

Brunson, presumiendo de esa tan necesaria capacidad de adaptación en playoffs como requisito indispensable para ser estrella, logró liberarse en cierto modo de la trampa de los Heat para fluir más en la segunda parte. Miami, alternando diferentes defensas con la zona 2-3 y el box-and-one, siguió insistiendo en su plan de negarle casi cualquier cambio al base con la defensa en ‘drop’ y en ‘flash’ del bloqueo directo con algún que otro 2×1, invitándole a tomar un triple en el que sigue sin estar atinado, esta vez con un 2/7 desde el 7,25.

La estrella de los Knicks siguió con dificultad para superar a su ‘matchup’ con Gabe Vincent encima, pero actuó con calma e inteligencia, jugando el ‘pick and roll’ en un lado para atraer y cambiar el juego hacia el otro costado para Randle, muy agresivo penetrando, y RJ Barrett -24 tantos-, para que perforaran la zona de los Heat yendo a buscar con decisión el aro.

Brunson empezó a postear en la segunda parte a Gabe Vincent, a atraer dobles marcas y a sacar el balón al perímetro rápido para que Julius Randle atacara el aro. Spoelstra reaccionó y retiró al base al final del tercer cuarto para no volverlo a sacar. Una victoria para la estrella de los Knicks, que pasó a ser defendido por Caleb Martin, un duelo que ya le interesa más.

Con una nítida lectura del juego, operó más como asistente en el bloqueo directo en lugar de buscar el aro y retó a Martin sin utilizar el ‘pick and roll’, empezando a conectar ese tiro de media distancia tan mortífero que tiene tras contacto. Quizá en la aparente completa liberación de Brunson, tengan los Knicks una esperanza para cambiar el destino al que parecen condenados.

Con una cifra de triples esta vez a la altura -32% por el 33% de los Heat-, el problema estuvo en los rebotes pero también en que el equipo de Tom Thibodeau se sintió abrumado por la multitud de alternativas ofensivas de los Heat, que se presentaron a los playoffs como el peor ataque entre los equipos de postemporada y, tras llegar a ser el mejor, ahora están cuartos con un rating ofensivo de 117 entre los conjuntos que siguen en liza.

Es Jimmy Butler pero también Kyle Lowry y cómo devora cada espacio que Hartenstein o Mitchell le regalan a la salida de bloqueo directo, la manera cómo el equipo de Florida desmantela la compacta defensa de los Knicks con Bam Adebayo o Kevin Love alejando a los ‘centers’ del cuadro neoyorquino con su amenaza de tiro de media distancia y de tres, respectivamente. Y, volviendo a Butler, el complejo mundo en el que vive el alero tan difícil de adivinar.

Es tan difícil predecir a Jimmy ‘Buckets’ como divertido de verle. Un fascinante caos organizado indetectable, que vuelve loco hasta a un defensor de acero como Hart porque no es sólo que no sepas lo qué va a hacer sino dónde va a aparecer, ora empezando la jugada, ora poniendo bloqueos, ora recibiendo en el poste o, bien, escondido cual ‘ratilla’ en la esquina para sorprender.

Y cuando parece que se toma su tiempo, pululando entre el tráfico, es que está oteando el horizonte para ver a quién le entrega el balón para una canasta segura. Como también resulta desconcertante lo que va a hacer cuando los Heat juegan para él dobles bloqueos buscando emparejarle con Brunson, acción que, a la vez, deja a Adebayo solo dentro ante Mitchell.

Sabiendo vivir sin él pero sin que jamás les falle cuando acuden a Jimmy Butler, Miami, la más precisa definición de equipo junto a los Celtics, lo tiene todo a favor.