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Los Heat ganan a los Knicks… pero rezan por la lesión de Jimmy Butler

Los Heat ganan a los Knicks... pero rezan por la lesión de Jimmy Butler

La resaca de la fiesta puede ser un funeral. Los Heat, los indestructibles Heat, alardearon de su infinito instinto de supervivencia en la apertura de las Semifinales de Conferencia contra los New York Knicks haciendo oídos sordos a un imponente Madison Square Garden engalanado de nuevo (101-108), pero, tantas veces dados por muertos pero resucitados, a saber si esta no puede ser su entierro definitivo.

Con 5 minutos por jugar, la ilusión por todo lo alto en Miami con un 95-92 ante unos Knicks tan cerca pero tan lejos a la vez de la victoria con los Heat dominando las sensaciones y un Jalen Brunson enfriado -25 puntos pero sólo 4 en el último cuarto-, un ‘tackling’ atravesó el corazón, el alma y todo en el conjunto de Florida. Josh Hart, en una entrada fortuita pero contundente más propia del fútbol que tanto le gusta -empedernido fan del Chelsea-, que de baloncesto se llevó por delante el tobillo derecho de la razón, la luz, el todo en Miami, Jimmy Butler.

Y el alero, en una escena significativa siendo tan duro como es él, se quedó retorciéndose de dolor en el suelo. Y a Erik Spoelstra, el entrenador con respuesta para todo, se quedó con una cara de no saber qué decir, si no derramaba lágrimas por fuera sería por dentro. Pueden haber aprendido los Heat a reemplazar la pérdida de Tyler Herro, la de Victor Oladipo, pero sabe ‘Spo’ como sus chicos que la de Butler sería irreparable.

El alero, aunque con visible, cojera, lanzó los dos tiros libres y siguió hasta al final porque parece que en estos Heat se sigue hasta el final por mucho dolor que haya. “Teníamos que hacer lo que fuera para ganar. ¿Cómo está el tobillo? Como un tobillo torcido”, respondía en la entrevista postpartido Butler, con esa media sonrisa que nunca pierde. Hart, él no quería, acabó cantando victoria en su apasionante duelo individual con el ’22’, que, a la chita callando pese a la ejemplar defensa del jugador de los Knicks, acabó acumulando 25 tantos -8/16 en tiros- y 11 rebotes, suficientes para el triunfo de Miami.

Junto a él como compañero ideal para animar el cotarro, asumiendo galones en su ausencia, se destacó Kyle Lowry, muchos años -36-, pero mucho más baloncesto aún en sus manos, maña para firmar 18 puntos -5/12 en tiros y 3/6 en triples-, cautivante personalidad para hacerse cargo del equipo al final con Butler mermado y encomiable arrojo para pegarse con todos, 4 tapones y, si hacía falta, estamparse contra la grada jugándose su cuerpo.

La figura de Lowry, que ensalza el baloncesto con esa brutal generosidad pues ya no tiene nada que demostrar, bien que representa el espíritu y la esencia de estos Heat. Porque, sobre todo este año, se ha dado sepultura ya al base, que ha salido muchas veces de la tumba. 

También colaboraron en la causa Gabe Vincent con 20 tantos y un 5/12 en triples y Bam Adebayo, otro que, parece que no, pero siempre acaba haciendo lo suyo. El pívot no vive ni de lejos su mejor momento, pero registró aún así 16 puntos con una buena selección de tiro -7/12-, y 7 rebotes.

Los Knicks, sin Julius Randle por lesión, vieron diluida su efervescencia ante la lección de saber estar de unos Heat que supieron resistir y aguardar con paciencia su momento -llegaron a perder de más de 10 en la primera parte-, desarmando al conjunto neoyorquino en la segunda parte, en la que Brunson quedó limitado a 10 puntos tras los 15 de la primera mitad, acabando con un 11/23 en tiros y un horrible 0/7 en triples.

Miami, obligado a poner en valor más aún el factor táctico con sus carencias ofensivas, no ha tardado en incidir en la quizás única pero gran debilidad del genial base, así como la de los Knicks, el peor equipo en lo que va de playoffs desde el perímetro con un 28%, peor aún en el primer encuentro de la serie con un 7/34 y un 20%.

Ni el tener a su escudero de lujo de nuevo a plena potencia -26 tantos para RJ Barrett-, ni los 18 de Obi Toppin llegaron a cubrir el importante déficit de banquillo del conjunto neoyorquino, sólo 15 puntos de la segunda unidad por los 30 de la de los Heat, que con sus ajustes le fueron ganando terreno a los Knicks hasta tomar el Madison.

Los Knicks procedieron a desplegar su habitual puesta en escena, intentando mantener a Brunson -defendido al principio por Butler-, más al margen y cargando la mayor parte del juego sobre Barrett, victorioso en sus duelos con Vincent en el poste y en penetración a través de los mano a mano, con unos Heat que se negaban a cambiar, pues el ‘mismatch’ de Vincent si se quedaba con Mitchell era todavía más desfavorable para el base.

New York veía cómo se cumplía también su plan en el otro aro, con el esperado ‘matchup’ de Josh Hart con Butler. El astro de los Heat, tan dominante en la serie contra los Bucks atacando a Jrue Holiday en el poste, desistió rápido de hacer lo propio con el escolta después de que este le ganara la partida dos veces en estas acciones. Aunque con dificultad, Miami fue encontrando puntos para sobrevivir, fuera en transición o mediante Lowry en el pick and roll, muy cómodo el base a la salida de bloqueo con la defensa hundida de Robinson.

Brunson fue asumiendo las riendas y los Knicks aprovecharon su momentum para llegar a poner al conjunto de Tom Thibodeau 12 arriba mediado el segundo cuarto (42-30). Con el equipo neoyorquino espaciando la pista hasta el extremo, el base mandaba en los aclarados, sobre todo cuando se emparejaba con Vincent y Lowry. Pese a que New York estaba imponiendo su plan, los Heat lograron minimizar daños al descanso pese a sólo 11 puntos de Butler (55-50).

Fuera lo previsto o no, Miami desplegó algunos ajustes en la segunda parte que cambiaron por completo el decorado. Los Heat, en zona, se cerraron mucho más para llenar de tráfico la pintura, asumiendo con convicción el riesgo de conceder tiros liberados a los Knicks. A Brunson le ‘cayó’ la defensa de Jimmy Butler y ahí empezó todo, con cada vez más dificultad el base para encontrar caminos al aro.

Butler, el hombre que todo lo hace con ese rol defensivo aun con todo lo que carga en ataque, se lo puso más complicado a un Brunson que necesitaba otro emparejamiento para atacar la pintura. Lo intentó con el ‘pick and roll’ con Robinson atacando la cobertura en ‘drop’ de Adebayo pero chocó contra las ayudas de los Heat, que también se protegieron bien de los duelos que quiso buscar Brunson con las pantallas cruzadas en el perímetro con ‘pequeños’ como bloqueadores.

Miami se negó a cambiar jugando un ‘flash’ a veces más agresivo a veces menos, concediendo espacio al base para los triples en una acertada decisión con su 0/7 desde la larga distancia. Tuvo su momento Kevin Love, 9 puntos pero, sobre todo, sacándose tres asistencias de campo a campo de ‘touchdown’ a los ojos de Aaron Rodgers, una de las muchas ‘celebrities’ en el glamour del Madison. Quizá haya un sitio en la NFL para él.

Butler saboreó dos de esos pases y tomó un papel más activo en la segunda parte. En un ejercicio de inteligencia, supo el alero cómo aportar a su equipo en un día de sufrir para él con la defensa de Hart. Porque ser una estrella también significa ser altruista seleccionando bien el tiro y no acumular fallos que perjudiquen la tarea colectiva de tus compañeros.

Astuto, Jimmy Butler empezó a sacar ventaja de la atención que atrae desde el pick and roll dado que los Knicks se negaban a cambiar. Atrajo y generó jugadas y tiros liberados para los demás, además de ir sin miedo al contacto y provocar tiros libres (un 9/11 desde el 4,60).

Aplaudía Alonzo Mourning desde la grada, también en ella presente Patrick Ewing para evocar esa rivalidad Knicks-Heat de entre finales de los 90 y principios de los 2000 en playoffs resuelto con 3-1 para los Knicks y que tuvo su más crudo episodio con la pelea en 1998 entre el propio Mourning y Jeff Van Gundy –técnico entonces del equipo neoyorquino-. Una de tantas historias sucedidas en la catedral del baloncesto, donde, hasta el segundo partido el martes, rezarán los Heat por Butler.

NEW YORK KNICKS

101108

MIAMI HEAT

New York Knicks: Barrett (26), Toppin (18), Robinson (7), Hart (10), Brunson (25). 
​Banquillo: Quickley (9), Hartenstein (2), Grimes (4). 

Miami Heat: Butler (25), Love (9), Adebayo (16), Vincent (20), Strus (8). 
​Banquillo: Martin (9), Lowry (18), Robinson, Zeller (1), Highsmith (2). 

Parciales: 32-21/23-29/20-31/26-27
​Árbitros: Tony Brothers, Bill Kennedy, Brent Barnaky, Tyler Ford. 

Incidencias: primer partido de las Semifinales de Conferencia del Este disputado en el Madison Square Garden de Nueva York ante 19.812 espectadores. Los Heat ganan 1-0 en la serie. 

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