Los hogares con tarifa regulada pagaron un 72% más por la luz en diciembre que un año antes



Dos mujeres caminan cerca de un poste del tendido eléctrico en Sevilla, en una imagen de archivo.PACO PUENTES

La escalada de la luz en el mercado mayorista disparó las facturas de los hogares españoles. Las familias que cuentan con una tarifa regulada (también conocida como PVPC) pagaron el año pasado un 35,6% más que en 2020 y un 33,7% más que en 2019 —el año inmediatamente anterior a la pandemia—, según se desprende del índice de precios de la electricidad publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En solo un mes, diciembre, cuando la luz batió el récord histórico en el mercado mayorista —383,7 euros el MWh el día 23—, la subida es del 19,9% frente a noviembre y del 72% respecto a un año antes.

Frente al anterior ejercicio en que la luz fue más cara, 2018 —que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fijó como referencia para prometer que se pagaría una cifra similar a la de entonces— el alza del precio de la electricidad medido por el INE es del 15,1% en términos nominales y del 11% en términos reales, descontando la inflación mes a mes desde entonces. Sánchez, sin embargo, da por cumplida su promesa con unas cuentas que hacen referencia al consumidor tipo tanto del mercado libre, que se ha visto menos afectado por la espiral alcista, como el regulado.

Para conocer lo ocurrido en el conjunto del mercado eléctrico —solo cuatro de cada 10 contratos de particulares y empresas están en el mercado regulado— habrá que esperar a que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publique sus datos de evolución de los precios en el libre, en el que las tarifas se negocian caso por caso entre los usuarios y las empresas comercializadoras o a que Eurostat publique las cifras del conjunto del mercado. A diferencia de los hogares que cuentan con una tarifa PVPC, que están directamente expuestos a la volatilidad del mercado mayorista —cuando los precios se disparan, como en este 2021, su bolsillo sufre; cuando bajan, ven abaratada la factura—, estos sentirán el zarpazo cuando venzan sus actuales contratos. Solo los que cuentan con tarifas referenciadas al coste de la energía —una pequeña parte— ya están encajando la subida.

El repunte en el precio de la luz empezó en enero, con la llegada de la borrasca Filomena, que llevó nieve y frío al centro peninsular y que disparó tanto el consumo como los precios. Pero ese fue solo el prolegómeno de lo que estaba por llegar. En el tramo inicial de la primavera los precios siguieron una senda alcista, pero el verdadero punto de inflexión en 2021 se produjo en junio, cuando tanto el mercado mayorista como los recibos minoristas estallaron definitivamente. Desde entonces no han dejado de sucederse récords, con diciembre —el mes más caro desde que hay registros— como corolario.

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Ante la falta de datos oficiales sobre lo ocurrido en el mercado libre, sin embargo, algunas casas de análisis han empezado a adelantar algunos patrones. En un estudio publicado este jueves sobre la base de los contratos domiciliados en CaixaBank Research, el servicio de estudios de esta entidad financiera, concluye que mientras que el importe mediano de los recibos del mercado regulado se disparó un 32% en el cuarto trimestre de 2021 respecto al mismo periodo del año anterior —y un 13% respecto a los tres últimos meses de 2018—, el del mercado libre bajó un 14% respecto a finales de 2020 y un 16% respecto a octubre, noviembre y diciembre de 2018.

¿Por qué esta diferencia tan abultada entre unos y otros? La explicación es sencilla: la mayoría de hogares del mercado libre apenas ha sentido el mayor coste de la luz —todavía: cuando les toque renovar lo harán— y sí se han beneficiado del brutal tijeretazo aplicado por el Gobierno sobre los cargos, que se redujeron un 96% en 2021. Por el contrario, para quienes cuentan con una tarifa PVPC esa rebaja de la parte fija apenas ha servido para compensar una parte pequeña de la subida del precio del kilovatio hora (KWh). En otras palabras: si el Ejecutivo no hubiese dejado los cargos prácticamente en cero el encarecimiento habría sido mucho mayor, pero esa rebaja ha sido insuficiente para compensar el anómalo comportamiento del mercado mayorista.

El análisis de CaixaBank Research también sugiere diferencias sustanciales en función del perfil de los hogares. En el mercado libre, los recibos se abarataron de manera generalizada, con independencia del consumo. En los PVPC, sin embargo, sí se apreciaron diferencias: a mayor volumen de energía consumida, mayor porcentaje de subida. “2021 fue electrizante para el recibo de la luz, pero no afectó a todos los consumidores por igual”, concluyen los firmantes del estudio, Alberto Graziano y Josep Mestres. “Y 2022 no parece que vaya a ser menos: parte del aumento de precios en el mercado mayorista en 2021 puede trasladarse al mercado libre a medida que se renueven contratos, aunque si los precios en el mercado mayorista se reducen, este efecto será temporal”. Un segundo año de valores por las nubes sería letal para todos los consumidores, independientemente de su consumo y del tipo de tarifa que tengan contratada.


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