Con la expansión del triple y su ejecución compulsiva, la deshonrosa práctica del ‘airball’ no resulta ya tan extraña. Verlo hacer, sin embargo, a Stephen Curry, y más contra los Charlotte Hornets, es una anomalía. La explicación es que fue un acto de desesperación del señor de los triples ya con el definitivo 120-113 para los Hornets con 16 segundos por jugar de un choque que necesitó de prórroga. Los Golden State Warriors, en la frontera entre la convicción y las dudas, y a pesar de los 30 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias de Steph, sucumbían al sólido y constante plan de partido de la modesta franquicia de Carolina del Norte para remarcar los interrogante y se quedan con 3-3 en la novena plaza del Oeste.
Lo mejor, es que el ‘back-to-back’ de esta semana -los de Steve Kerr vuelven a jugar este domingo contra Detroit Pistons-, le brindará a Golden State la oportunidad de olvidar rápido el revolcón. Tan modestos que incluso no pasa nada por incluirles en la lista de sospechosos de ‘tanking’ por el codiciado Wembanyama -por mucho que su propietario sea Michael Jordan-, los Hornets lograron embarrar a los Warriors en su físico partido de trincheras y contacto que la franquicia de San Francisco registró 31 faltas, la mayor cifra desde 2015.
Y hacía también el mismo número de años -desde el curso 15-16-, que Curry, igualando así su mejor arranque, no registraba 30 puntos o más en cinco de los seis primeros partidos. Pero el base fue preso también de la trampa de los Hornets para acabar con cinco faltas y no se escapó de la ruinosa noche de Golden State con los triples, con un 3/13 Steph y un 29,5% (13/44) el equipo.
En su metódico y estudiado plan, sabía el técnico de los Hornets, Steve Clifford, que la defensa no es la mejor de las virtudes del ’30’ y en ella incidieron sus chicos para forzar la prórroga: aclarado para Dennis Smith Junior, penetración ante Curry y bandeja. Y para obtener ya una secuencia completa de ‘two-way player’, pegajosa defensa en la última posesión para terminar de forzar un tiempo extra (107-107) en el que Charlotte mantuvo su solidez y exhibió más acierto, con 6 puntos de P.J. Washington, el hombre de la noche (31 tantos).
Pero, más que culpable, Curry, con 12 de sus puntos en el último cuarto, fue instigador de la remontada de un partido que los Warriors perdían de 12 al descanso (62-50) y al que se agarraron hasta el final gracias también a la inspiración de Jordan Poole (24 puntos) y al empuje de Draymond Green, 12 tantos con un 6/9 en tiros de campo, 8 capturas, 6 pases de canasta y 3 tapones pero eliminado en la prórroga con 6 faltas.
Klay Thompson, 11 puntos y 5/14 en TC y Andrew Wiggins, 10 y 4/13 en lanzamientos, se vieron, en cambio, muy superados por el plan de unos Hornets poco efectivos en la ofensiva a pesar de tener otros cuatro jugadores en dobles dígitos aparte de Washington con Gordon Hayward (23), Kelly Oubre Jr. (18), Dennis Smith Jr. (13) y Jalen McDaniels (12). Los de Carolina del Norte apenas acertaron un 42% de sus lanzamientos de campo y un 32% de sus triples. Pero lograron su objetivo, torpedear el juego armónico de unos Warriors cuestionados.