La caída de las hojas del otoño la podrás disfrutar desde los jardines y parques más bonitos de España, en un pequeño rincón en el que vivir el paso del tiempo. Cambiamos de estación y con ella llega un otoño en el que la propia naturaleza es la que se transforma por completo. Las hojas empiezan a caer para cambiar por completo en esta nueva estación que se avecina. Para poder vivir ese cambio que necesitamos interiorizar, nada mejor que hacerlo en un parque o jardines llenos de naturaleza.
Disfruta de la caída de las hojas del otoño en los jardines y parques más bonitos de España
El Parque Natural de Gorbeia (Euskadi) es uno de los mejores lugares en los que ver llegar el otoño. Las hayas y el musgo que las recubren son todo un espectáculo, entraremos dentro de nuestro propio cuento de hadas. Todos los colores de esta estación, los rojos, verdes, ocres y tonos de esos que nos demuestran que la naturaleza es una gran artista.
La fageda d’en Jordà (La Garrocha, Cataluña) es quizás uno de los parques en los que más personas esperan el otoño. Situada en una comarca volcánica. Las hayas de este lugar con un manto de hojas que se convertirá en un camino que seguir hasta llegar hasta la nueva estación. Merece la pena que veamos este paraje con la llegada del otoño.
El Puerto de Honduras (Cáceres) con castaños, robles y encinares situado en el valle del Jerte y Ambroz, es un lugar en el que veremos el otoño en primera persona. Hay una variedad de árboles que merece la pena que veamos y que nos ayudará a ver caer las hojas, cambiando los colores verdes por los tonos rojizos y amarillos.
Parque Natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión (Castilla y León), aquí vamos a poder ver llegar el otoño antes de tiempo. Las lagunas de origen glaciar enmarcadas en esos árboles que nos invitan a llegar hasta este parque son las puertas de entrada perfectas a esta nueva estación.
España tiene lugares maravillosos en los que perderse, parques y jardines en los que seguro que descubriremos la otra cara de la naturaleza. Aunque no lo tengamos muy presente, el tiempo cambia y lo hace de tal forma que cambiamos de verano a otoño casi sin darnos cuenta de nada.
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