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Los jóvenes piden paso en el Girona

El pase del Girona a dieciseisavos de final de la Copa del Rey es una buena noticia por muchos aspectos, pero entre ellos destaca que el encuentro ante el Cádiz significará una nueva oportunidad para los jóvenes, una generación que promete alegrías y un motivo para creer en un futuro sano para el club.

Ramón Terrats, Pau Víctor o Álex Pachón son algunos de los más habituales en las convocatorias y quienes han tenido más minutos con Francisco. Junto a Ibrahima Kebé, que, pese a tener ficha del B está siempre con el primer equipo, son los nombres más destacados del filial. Los dos primeros ayer cuajaron una excelente actuación. Terrats, nacido en el 2000 y ex del Sant Andreu, posee una zurda exquisita, algo que le permite jugar e hacer jugar al equipo. Como ya había hecho en Zaragoza y ante el Málaga, el catalán sorprendió por su entereza a la hora de distribuir el juego, de asociarse y también de pelear cuando le tocó. Es una realidad y ya tiene a la afición ganada.

Quien se doctoró ayer y demostró todo lo que los más habituales en el fútbol base ya saben es Pau Víctor. El de Sant Cugat no fue titular, pero su entrada en el 60’, junto a la presencia de su socio Pablo Moreno, revolucionó al Girona y le dio aire fresco. Precisamente lo que más le falta a este equipo. Pau Víctor, nacido en el 2001 y con contrato hasta 2024 es una de las perlas de la cantera. Aporta muchas de las cosas de las que carece, a día de hoy, al Girona. Es dinámico, generoso en el esfuerzo y no se cansa de desmarcarse y ofrecer soluciones buenas a sus compañeros. Además, superdotado técnicamente, tiene habilidad para recibir entre líneas y llegar al área. El community manager del Girona y el del Lugo le dieron el gol, quizás lo único que le faltó para hacer un partido de 10, y esto hubiese sido una realidad si Marcelo Djalo no hubiera desviado el centro de Calavera al fondo de la red, cuando Pau estaba a centímetros de tocarla.

El último de los que ayer sacaron un notable alto en el examen fue Arnau Martínez, el más pequeño de la clase. Aún en edad juvenil. Nacido en el 2003 y con contrato hasta 2022. Sorprende que a sus 17 años tenga esta competitividad y descaro para atacar y defender, algo que hace intuir un futuro prometedor. Diestro, pero por las necesidades de Francisco tuvo que jugar en la izquierda y lo bordó. Llegada al área rival con buena conducción, velocidad, buen juego aéreo y sobretodo capacidad de reacción, como demostró en una acción en la que Chris Ramos le había ganado la partida, o eso pareció, porque Arnau recuperó la posición y se lanzó al suelo para evitar una acción clara de gol.

La realidad es que todos ellos están pidiendo paso. Y a Francisco no parece temblarle el pulso cuando se trata de tomar decisiones. El técnico andaluz tiene ahora un bendito problema y al Girona se le presenta una luz en el camino. En un momento complicado para la economía del club, la aparición de estos valores son una noticia excelente y la recompensa, porque no decirlo, al trabajo bien hecho en la base.


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