Los jugadores cubanos podrán ser reclutados por clubes de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) sin que se los considere desertores en su país, según un acuerdo histórico firmado este miércoles y presentado por la Federación Cubana de este deporte (FCB).
“Es un día feliz para el béisbol cubano, para el béisbol en el mundo, para nuestro pueblo y para el pueblo estadounidense”, dijo Higinio Velez, presidente de la Federación Cubana de Béisbol (FCB) durante una rueda de prensa en La Habana.
Los dos países han tenido tensas relaciones diplomáticas durante décadas, pero comparten la misma pasión por el béisbol. Hasta ahora, los jugadores cubanos que querían jugar en las Grandes Ligas debían desertar a su país y establecer su residencia en los Estados Unidos. Treinta de ellos se encuentran actualmente en este caso.
Desde el miércoles 19 de diciembre esta regla ha terminado. “Los jugadores cubanos asociados a la FCB pueden ser reclutados por cualquiera de los 30 equipos de la Liga de Béisbol de EEUU”, dijo la Federación en un comunicado. “El acuerdo, que se materializa después de tres años de negociaciones, garantiza una relación de colaboración estable y no politizada entre MLB y FCB”, agregó.
El acuerdo, que estará vigente hasta octubre de 2021 pero puede ser renovado, establece “cláusulas similares a las establecidas por la MLB con otras ligas extranjeras como la Liga de béisbol profesional de Japón (NPB), la organización de la Liga de Corea Béisbol (KBO) y la Liga de Béisbol Profesional de Taiwán (CPBL)”.
La idea es que “los jugadores cubanos pueden jugar sin discriminación, en igualdad de condiciones, en la MLB, sin verse obligados a romper los lazos con su país”. Por lo tanto, no perderán su residencia en Cuba ni la oportunidad de regresar al campeonato cubano. La Federación Cubana de Béisbol deberá “liberar”, contra el pago de un bono, a todos los jugadores que tengan al menos 25 años, o seis años o más de experiencia en el campeonato cubano.
“No tengo palabras para expresar mi profunda alegría y emoción”, respondió el jugador de los White Sox de Chicago José Abreu, quien desertó en 2013. “Saber que la próxima generación de jugadores de béisbol cubanos no tendrá que soportar el inimaginable destino de los que les precedieron en el pasado es un sueño imposible para todos nosotros”, agregó en declaraciones difundidas por la MLB.
El acuerdo también apunta a “frenar las actividades ilegales como el tráfico de personas, que han puesto en peligro durante años la vida y la integridad física de muchos jóvenes talentos del béisbol cubano y sus familias”, según la FCB. José Abreu declaró que él mismo experimentó esto y agradeció el hecho de que “la explotación por parte de traficantes y agencias sin escrúpulos finalmente está terminando para los jugadores de béisbol cubanos”.
“Saber que los futuros jugadores cubanos no tendrán que sufrir lo que hemos sufrido me hace muy feliz”, dijo Yasiel Puig, que juega en Los Ángeles Dodgers, y había tratado de desertar varias veces antes de ir a un cártel de la droga que lo llevó a México, pero finalmente lo tomó como rehén y lo liberó tras pagar un rescate de 250.000 dólares.
El béisbol, llamado “pelota” en Cuba, es un deporte histórico de la isla, donde se jugó el primer partido oficial en 1874. Pero está compitiendo con el fútbol, cada vez más popular entre los jóvenes cubanos, y ha sufrido en los últimos años una caída en el nivel de juego. Afectado por las deserciones de muchas de sus estrellas, el béisbol cubano no ha ganado una gran competición desde la Copa Intercontinental de 2006.
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