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Los jugadores y la NBA se dan más tiempo para evitar el 'lockout'

Los jugadores y la NBA se dan más tiempo para evitar el 'lockout'

La NBA y el sindicato de jugadores de la liga (NBPA) han acordado extender la fecha límite para anunciar los planes de renuncia al actual convenio colectivo, que expira después de la temporada 2023-2024. La nueva fecha clave en el calendario es el 8 de febrero de 2023, lo que da más margen a ambas partes para negociar los detalles del nuevo acuerdo. De no haberse alargado el período de negociaciones, la fecha límite estaba marcada para este jueves, con la amenaza que la falta de sintonía hubiera precipitado un cierre patronal a partir del próximo 30 de junio.

Si cualquiera de las dos partes rompe las negociaciones, pueden precipitar el temido lockout, que ya se ha dado en cuatro ocasiones en los 75 años de historia de la competición. El último fue en 2011 y duró 161 días, lo que retrasó el inicio de la temporada hasta el mes de diciembre y redujo el calendario de 82 a 66 partidos. En esa ocasión, los desacuerdos entre jugadores y propietarios llegaron por el reparto de ingresos relacionados con el baloncesto (BRI, en su acrónimo inglés) y por el mismo motivo que existe falta de entendimiento a día de hoy: la implementación de un límite salarial duro y un impuesto de lujo más severo para las franquicias.

“La NBA y la NBPA, de mutuo acuerdo, han decidido trasladar la fecha límite para renunciar al convenio actual del 15 de diciembre de 2022 al 8 de febrero de 2023 en conexión con los esfuerzos para alcanzar un nuevo acuerdo. Si alguna parte ejerce la cláusula de renuncia, el convenio terminará el 30 de junio de 2023″, anunciaron ambas partes a través de un comunicado conjunto.

La NBA quiere ser más dura con los equipos que tienen gastos prohibitivos y que no parecen amedrentarse con el actual impuesto de lujo de la liga. El enorme monto de la partida salarial de plantillas como los Golden State Warriors, los Brooklyn Nets y Los Angeles Clippers está en el centro del desacuerdo. Si la organización se sale con la suya, los equipos tendrán menor flexibilidad para saltarse las normas y existirá un límite duro para la remuneración de los jugadores.




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