Hacía tres años que LeBron James no jugaba en el Madison Square Garden pero la espera ha valido la pena. El Rey fue el mejor de Los Angeles Lakers y con un triple-doble de 28 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias lideró la victoria angelina ante los New York Knicks por 129-123, bien secundado por Anthony Davis (27 puntos y 9 rebotes), un ya titular Rui Hachimura (19 puntos y 9 rebotes) y Rusell Westbrook, que aportó 17 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias saliendo de suplente.
El de hoy fue un partido más que especial, ya que LeBron escaló dos posiciones en el ránking histórico de asistencias. A pesar de que todo el mundo está pendiente de sus puntos para saber cuándo superara al fin la marca de Kareem Abdul-Jabbar (ahora mismo está a 89 puntos), James sigue haciendo historia en otros apartados del juego y superó a dos grandes especialistas en el pase como Mark Jackson (10.334) y Steve Nash (10.335), ya que con las 11 de ayer, LeBron suma ya 10.338 pases de canasta.
A pesar de una nueva exhibición de su superestrella, la victoria de los Lakers (24-28) no fue nada fácil. Los Knicks (27-25) lograron mantenerse cerca de los de amarillo y con un gran Jalen Brunson, autor de 37 puntos y vital en la reacción de los locales en el tramo final de partido, lograron mandar el partido a la prórroga con empate a 114 en el marcador.
En el tiempo extra, los de dorado y púrpura sí lograron lo que intentaron durante tanto tiempo en el tiempo reglamentario: abrir brecha en el marcador (y conservarla). LeBron, cómo no, fue el encargado de ponerle el sello al triunfo de los Lakers anotando el 127-121 a pocos segundos del final. La guinda perfecta a otra noche histórica para él.