Los Lakers cobran ventaja pese a un colosal Morant en un caliente y polémico duelo

Suben los Lakers al tiempo que sube la temperatura en la serie contra los Memphis Grizzlies o, más bien, lo que será un serial y ya es. Puro fuego por las irreverencias del pendenciero Dillon Brooks con su Rey, bulló el antaño llamado Staples Center con la victoria de su equipo para poner el 2-1 (111-101) y se terminó de encender con la grosera agresión de Brooks a LeBron, quien recibió una ‘caricia’ de su declarado nuevo ‘hater’ en las partes nobles con el que el alero se fue entre silbidos a la calle. Un rato después, refriega entre Rui Hachimura y David Roddy. Una frenética y emocional contienda con mucho picante pero también mucho baloncesto, el que pusieron sobre todo un volcánico Ja Morant con una estéril pero cautivadora entrega de 45 puntos -23 en el último cuarto- y 13 asistencias, y Anthony Davis con 31 tantos y 17 rebotes.

Los Grizzlies, encima preocupados por un Morant que volvió pero que se fue cojeando de su pierna izquierda tras una mala pisada, deben preguntarse cuál es el sentido de que Brooks sobreactúe como lo hace más allá de lo poco que le reporta ahora mismo en el parqué, apenas 7 puntos tras un fatal 3/13 en tiros antes de recibir la flagrante 2 al inicio del último cuarto por su agresión a LeBron -25 tantos, 9 rebotes y 5 asistencias-, y ser expulsado.

Ese personaje de ‘antihéroe’ en el que tan cómodo se siente, molestar famosos de profesión, no juega en favor de la simpática imagen de juventud, diversión y vitalidad que transmiten estos jóvenes Grizzlies sin treintañeros en su grupo y anticipa derrotas. Porque Memphis lo perdió todo en un ruinoso primer cuarto -35-9-, abrasados por un crypto.com Arena y unos Lakers todo energía en erupción por el desaire de Brooks con su ‘Rey’ -le llamó “viejo”-, quien compartía unas amistosas palabras con el controvertido alero antes del encuentro.

“¿Yo? ¿Una declaración? Jajaja, yo no necesito hacer ninguna declaración, mi currículum habla por sí mismo”

LeBron James

Pero ‘The King’, en un simbólico y sintomático inicio que no fue casualidad, quiso marcar territorio, firmando la primera canasta de su equipo ante el jugador de los Grizzlies. “¿Si quería hacer una declaración? ¿Yo? He lidiado mucho tiempo con esto, no necesito hacer ninguna declaración, mi currículum habla por sí mismo, sólo teníamos que jugar bien y ganar”, respondió, con sonrisa irónica LeBron tras el encuentro preguntado por Brooks. 

Santi Aldama, que abrió la lata de los triples para su equipo, no tuvo su mejor noche, con 6 puntos con su 2/7 en tiros y su 2/4 desde el perímetro y 2 rebotes en 11 minutos. Memphis se llegó a poner a 10 a poco más de dos minutos con Morant en llamas -suyos fueron 23 de los últimos 25 puntos de los de Jenkins-, pero el triple fallado por el base que podría haber puesto a los de Tennessee a 7 fue decisivo. El All-Star acabó con un 13/26 en lanzamientos y un fenomenal 6/10 en triples. 

La avalancha de rabia de los Lakers engullió a los Grizzlies, más maduros pero todavía tiernos para soportar inicios tan abrumadores como este. Un paso al frente en carácter pero también en el sentido táctico, transiciones en masa pero también sembrando la confusión los de púrpura y oro en el ataque estático con un desfile de dobles bloqueos en la cabecera con diferentes finalizaciones, continuación de Davis, corte de LeBron desde atrás aprovechando el espacio en pintura o finalizando el propio manejador, D’Angelo Russell, revitalizado con 17 puntos y 7 asistencias.

En Memphis se preguntarán por qué ‘diablos’ no pudieron hacer en el primer cuarto lo que hicieron en los otros tres para soltar a Morant, enredado en el mismo error que en el primer choque -sólo 18 tantos-, en el primer parcial, estrellándose con la defensa de unos Lakers que plantaron su zona con Davis como ancla. El base -sólo 4 tantos en los primeros 12 minutos-, molestado por la pegajosa defensa de Vanderbilt, tropezó una y otra vez con la ‘Ceja’ en la salida del ‘pick and roll’, indeciso y fallando tiros.

Pero todo cambió especialmente en la segunda parte, liberando Memphis a ese desenfrenado Morant no sólo al contraataque a partir de su mejora defensiva, sino de un variado surtido en el cinco contra cinco, entrando en juego a partir de mano a mano, jugando ‘pick and roll’ con otros jugadores que no implicaran a Davis, sacando rápido al perímetro si veía que no podía atacar el aro con el pívot delante, luciéndose en el triple con todas las dudas que provocó eso en la manera de los Lakers de defenderle.

Los Grizzlies, perjudicados también por los fallos encadenados de Brooks, se fueron asentando después de que la desventaja rozara los 30 puntos –44-15 al inicio del segundo parcial-, pero nunca pudieron detener a Davis, con el que vuelven a tener un problema después de lograr anularlo en el segundo choque con los 12 puntos con los que acabó el poderoso interior. 

En un estado de gracia constante, volvieron a decir lo suyo Rui Hachimura desde el banquillo con 16 puntos, así como Austin Reaves, con 13. Suficiente para compensar un 7/28 en triples, un 0/4 para un ‘Bron’ con un 10/20 en lanzamientos.

La ‘Ceja’ demostró que, cuando le espacian bien la pista, es indefendible cuando decide mirar el aro, imponiéndose a Tillman por fuerza y en varias ocasiones al Mejor Defensor del Año, Jaren Jackson Jr, con físico pero también con un bello y virtuoso juego de pies. Y como no puede vivir sin sufrir un solo percance, llegó a sangrar en el labio tras un golpe. 

Próxima cita, el lunes con los Grizzlies urgidos a cambiar cosas para evitar volver a Memphis con un peligroso 3-1. Lo primero a cambiar, los delirios de ‘chico malo’ de Dillon Brooks, buen perro de presa como gran defensor y competidor que es pero ahora mismo sin correa.