La angustia de los Lakers, urgidos a moverse desde ya en el mercado para evitar otra catastrófica temporada, va camino de convertirse en una desesperación extrema hasta el punto de acogerse sin reparos a la célebre frase de Maquiavelo: “El fin justifica los medios”. Si es que lo que se cuenta es cierto, aunque en este caso su fuente es más que fiable.
Según ha reportado Shams Charania, la franquicia angelina está monitorizando la situación de Miles Bridges, quien cumple condena por violencia de género contra su mujer en julio, Mychelle Johnson, con el agravante de que las agresiones se produjeron con su hijo como testimonio. El otro supuesto pretendiente del alero, los Detroit Pistons, el rival de anoche de los Lakers. Irónica coincidencia.
Bridges aceptó su condena sin impugna y está bajo investigación de la NBA
Bridges, según un post de Instagram de la víctima eliminado y que cita el portal ‘Silverscreenandoll’, causó múltiples daños a su ex pareja. “Una fractura de nariz y muñeca, tímpano desgarrado, músculos desgarrados en mi cuello por asfixia hasta que me dormí y una conmoción cerebral severa”, rezaba el citado post acompañado de imágenes de las lesiones, unos hechos confirmados por el reporte médico, que se refería a “un asalto por estrangulación”. Tras las continuadas agresiones, Mychelle Johnson tuvo que ser hospitalizada y Bridges fue arrestado en Los Ángeles. A pesar de haber ya una condena, la NBA sigue investigando lo sucedido.
Mychelle Johnson, cuando hizo públicas las secuelas de las agresiones de Bridges
El alero, a pesar de su situación, podría ahora mismo firmar con cualquier franquicia, pero la NBA, ciñéndose al convenio colectivo como apuntó la ESPN, tiene el derecho de suspenderle, multarlo, despedirlo o descalificarlo de cualquier equipo, ya que no se mostró en desacuerdo con la condena, lo que automáticamente la señala ya como culpable. Tras confirmarse la condena, los Hornets señalaron en un comunicado que continuarían recolectando información antes de determinar cualquier paso potencial”.
Como recuerda el citado portal, por los Lakers ya han pasado en los últimos años otros jugadores que han protagonizado episodios de violencia doméstica como DeMarcus Cousins, Avery Bradley y Kendrick Nunn, una de las incorporaciones de este verano. A la vez que decae el status deportivo de los de púrpura y oro, parece que también lo hace de manera paralela su fama.
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