Llevan meses agitando los rumores, y es de sobras conocido que tanto a LeBron James como Kyrie Irving les gustaría volver a jugar juntos en la NBA. El problema es que no pretenden hacerlo a cualquier precio, y el último capítulo de la saga parece un órdago del base con intenciones difíciles de leer. Según The Athletic, Irving ha hablado con LeBron para pedirle que sea él quien cambie de aires y se una al proyecto de los Dallas Mavericks.
El mismo medio, horas después de la noticia filtrada por Shams Charania, afirma en la misma línea que esa es una posibilidad remota pero la más probable ahora mismo si quiere reunirse de nuevo sobre una pista de baloncesto. ¿Por qué? Porque Los Angeles Lakers insisten en que no están interesados en firmar al polémico excompañero de LeBron en los Cleveland Cavaliers campeones de 2016.
Así lo asegura Jovan Buha en el medio estadounidense, citando a varias fuentes de la franquicia que no puede citar debido a que no tienen permiso para hablar abiertamente sobre este asunto. Si quisieran, los Lakers podrían trabajar para liberar unos 30-35 millones de espacio salarial para ofrecer a Irving, pero no parece que el base quiera aceptar una rebaja respecto a lo que pueden llegar a pagar los Mavs.
Ya el pasado verano, James pidió a L.A. la incorporación de su amigo y excompañero, una petición que reiteró cuando Irving demandó un traspaso a los Brooklyn Nets durante el cierre de mercado del pasado mes de febrero.
Las posibilidades de que LeBron abandone los Lakers son, en todo caso, escasas. Su finta con la retirada se ha leído como una táctica de presión para que los despachos sigan haciendo todo lo posible para mejorar la plantilla. Una fuente ha asegurado también a The Athletic que Irving no está siendo usado como elemento de presión.
Aunque sean pocas, el traspaso o movimiento de James a Dallas es factible. Requeriría un trueque donde los Mavs tienen poco interesante a ofrecer, a no ser que pongan encima de la mesa la opción de Luka Doncic. La otra opción sería un buyout que representaría un salario muerto sin incentivos para los Lakers y un recorte importante de las ganancias para LeBron.
Es posible pero altamente improbable, y en esta historia hay intereses y filtraciones ocultas difíciles de dirimir a estas alturas.