Son solamente tres partidos, pero la cosa pinta muy mal ya para Los Angeles Lakers de LeBron James y compañía. Tras encadenar su tercera derrota consecutiva, los peores presagios se confirman para un equipo incapaz de anotar de forma consistente, especialmente desde el perímetro. Los problemas en el triple son la punta del iceberg, y resulta evidente que el experimento del big-three con LeBron, Anthony Davis y Russell Westbrook sigue fallando como lo hizo antaño.
En este arranque de curso, L.A. ha acertado tan solo el 21,2% de sus tiros de tres, una estadística dolorosa cuando el equipo ha lanzado más de 100 triples en sus tres derrotas. En 6.100 instancias en que un conjunto ha lanzado un mínimo de 100 tiros de perímetro en tres encuentros, los Lakers presentan el segundo peor porcentaje de acierto de la historia, dos décimas por debajo del récord negativo del 21,0%, firmado por los Atlanta Hawks en 2018. Su total en la temporada 2022-2023 es de 25 aciertos en 118 tiros totales desde la larga distancia.
“No podemos meter ni un centavo en el océano”, se resignó LeBron, que ni pudo contener una carcajada al pensar en ello. En la dolorosa derrota contra los Portland Trail Blazers, aupados en los segundos finales por un triple de Damian Lillard sobre Westbrook, el registro de L.A. fue el quinto peor de todos los tiempos cuando han lanzado 30 o más tiros de perímetro: 6 de 33 y un 18,2% de porcentaje de acierto.
LeBron y AD evitaron pronunciarse directamente sobre Westbrook, a pesar de que la prensa huele el mal rollo de lejos y aprieta fuerte en Hollywood. “Podéis escribir todo lo que queráis sobre Russ, pero yo no estoy aquí para hablar de ello”, dijo el astro de Ohio. Más tarde, eso sí, pareció soltar una puya dirigida a su compañero: “Siempre pienso en el tiempo, el resultado y lo que pasa en ataque y en defensa, lo tengo en la cabeza. Sin duda, no solo estoy por aquí correteando”.
Davis, visiblemente frustrado, también señaló los problemas de tiro. “La defensa ha estado muy bien, pero la selección de tiro no”, valoró. La misma reflexión hizo Darvin Ham, que sentó a Westrbook gran parte del último cuarto y probablemente se arrepintió al recuperarle para los minutos decisivos. Un tiro de dos, desde la media distancia, y precipitado, permitió a Lillard contar con el triple para girar la tortilla en el Crypto.com Arena. A LeBron se le pudo ver desesperado sobre la pista, haciendo aspavientos ante el error no forzado del base de su equipo.
La hoja estadística del ‘0’ de los Lakers rozó, una vez más, el ridículo: 10 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias en 28 minutos, con un 4 de 15 en tiros de campo y un 0 de 3 en triples. Esta temporada, Westbrook promedia un 8,3% de acierto desde el perímetro (1-12) y un 28,9% en tiros de campo (11-38), números que diluyen las esperanzas de Ham para recuperarle para la causa. Cierto es que Russ no es el único problemas de los angelinos. Patrick Beverley, que ha anotado solo 3 canastas en 15 intentos y ha cometido ya 12 faltas, y Kendrick Nunn, que acumula un -44 de +/- en sus minutos en pista, evidencian todavía más la debilidad ofensiva del juego de perímetro.
Con algo de sorna, Shaquille O’Neal lanzaba en su podcast una analogía dolorosa sobre su exequipo. “Son como gánsteres de comunidad vallada. No tienen tiradores… puedo dejar la puerta abierta y no pasa nada. No tienen pistolas”, comentaba la leyenda. Ya contra los Warriors, LeBron parecía resignarse a la evidencia: “No somos un equipo construido de grandes tiradores, así que no tenemos muchas opciones en la plantilla”.
En una NBA que vive de los triples en los últimos tiempos, parece impensable que los Lakers puedan aspirar a algo sin encontrar una solución en el tiro.