LeBron James enfiló directo al vestuario después de ver cómo las opciones de los Lakers terminaban con una jugada indescriptible de Russell Westbrook. Con su equipo un punto abajo a falta de 13.1 segundos el base californiano, que hasta ese momento había hecho un gran partido, acaparó la última posesión en un mano a mano estéril ante Joel Embiid.
Westbrook intentó dos veces sin éxito superar al pívot, llegó a perder el control del balón y, ya sin tiempo, lanzó un tiro desesperado que se estrelló contra el hierro. Los Lakers, en otra noche histórica para LeBron, sumaron su tercera derrota seguida (112-113).
En su persecución de Kareem Abdul-Jabbar, James alcanzó otro hito al superar la cota de los 38.000 puntos. Le faltan solo 363 para alcanzar a la leyenda de los Lakers (38.387), y, salvo lesión, dentro de unas semanas será el máximo anotador de todos los tiempos. Pero el decorado no estará a la altura.
A pesar de otra gran noche de LeBron (35 puntos, 8 rebotes, 10 asistencias) los Lakers perdieron de nuevo y caen a un balance de 19-24. No es solo que los Lakers no sean aspirantes al título, sino que tendrán que acelerar para meterse en los playoffs.
En rueda de prensa, el entrenador de los Lakers, Darvin Ham, justificó su decisión de no pedir tiempo muerto en la última posesión. “Uno abajo y con uno de nuestros jugadores atacando el aro… Elegiría ese escenario todos los días de la semana y los domingos, dos veces”, aseguró. Westbrook, por su parte, alegó que Embiid le agarró la muñeca en la acción de tiro, un gesto que los árbitros no apreciaron. El lanzamiento, desequilibrado y con un 2.13 m delante, se estrelló contra el aro.
Paradójicamente, si los Lakers llegaron a esa última posesión del partido con opciones de ganar fue en buena medida gracias a Russell Westbrook. El base firmó otro buen partido (20 puntos, 14 rebotes, 11 asistencias, el jugador de la historia con más triples-dobles saliendo desde el banquillo) y sigue brillando atrás. De hecho, en la acción anterior había frenado a Embiid con una gran defensa cuando intentó llevarlo al poste. Pero le perdió el deseo de devolvérsela al camerunés.
Joel Embiid lideró el triunfo de Philadelphia con 35 puntos y 11 rebotes, bien secundado por James Harden (24 puntos y 13 asistencias). La dinámica entre las dos estrellas de los Sixers, que había sido tan problemática en su primera temporada juntos, ha dado un gran salto adelante desde que ‘La Barba’, lejos ya de su cima, ha aceptado un papel de base distribuidor. Y el equipo, que suma siete victorias en los últimos 10 partidos, aprieta todavía más la pelea por el segundo puesto del Este con Brooklyn y Milwaukee.
Por su parte los Lakers, después de esas tres derrotas seguidas, tendrán un respiro este lunes contra los Houston Rockets, el peor equipo de la NBA.