Luol Deng firmó un contrato de cuatro temporadas a razón de 72 millones de dólares con Los Angeles Lakers como agente libre en 2016. Desde entonces, los angelinos arrastran los malos resultados de esa operación a nivel de juego y, sobre todo, a nivel de contabilidad.
Desde que e
n verano de 2018 ambas partes acordaron una renuncia a parte del contrato, los Lakers han tenido que abonar cinco millones anuales al ya exjugador, que se retiró en 2019 tras un retorno a las canchas infructuoso con los Minnesota Timberwolves.
Esa operación permitió a L.A. intentar pescar agentes libres en el mercado estival, algo que no lograron hasta un año después cuando cazaron, vía traspaso, a Anthony Davis, el jugador que les ha llevado al título junto a LeBron James.
Con el anillo fresco, los Lakers han pedido a la NBA eliminar el salario debido a Deng de su contabilidad de cara al futuro aduciendo una cláusula por lesión grave que, según ellos, obligó al jugador británico de origen sudanés a retirarse.
Una lesión en el talón de Aquiles es el motivo al que se agarran los Lakers, pero lo cierto es que Deng volvió a jugar (tocado) hasta 22 partidos con los Wolves después de recuperarse durante la temporada 2018-2019.
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Según varios analistas, la petición de L.A. no es realista pero es un intento lógico en la situación de pandemia que ha apretado las cuentas de todos los equipos de la liga.
El intento de los Lakers de recibir un empujón de la NBA no es baladí: este otoño deben intentar mantener a Rajon Rondo y Kentavious Caldwell-Pope, y añadir 5 millones de dólares de margen a la negociación puede ayudarles a mantener dos piezas claves en su plantilla de campeonato.
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