Los Cleveland Cavaliers y Los Angeles Lakers son polos opuestos en la NBA de hoy en día y eso quedó bien patente sobre el parquet de Los Ángeles. El conjunto local no pudo contener al dúo dinámico de los Cavs (8-1), con Donovan Mitchell liderando el octavo triunfo consecutivo de los suyos con 33 puntos. Darius Garland añadió 24 tantos y 7 asistencias y confirmó el portento y potencial de la dupla esta temporada. No se puede decir lo mismo de su rival, que sigue cavándose su propia tumba con su segunda derrota consecutiva en casa, la séptima de la campaña (2-7).
El 100-114 final no dejó lugar a dudas a pesar de que L.A. murió en esta ocasión por su incapacidad de parar la ofensiva enemiga. LeBron James, autor de 27 puntos y 4 asistencias, cortó su racha de cuatro partidos sin meter un triple y dejó su mal registro en 16 fallos consecutivos. La mejora en ataque y equilibrio fue escueta a pesar de que Anthony Davis y Russell Westbrook aportaron 19 puntos cada uno.
El base, más enchufado y cómodo desde que fue relegado al banquillo, añadió 10 asistencias con la segunda unidad y mostró de nuevo señales de recuperación en el tiro (6-13 TC; 3-5 3P). A pesar de que los Lakers lograron liderar por primera vez este año al final del primer cuarto, fue el tercero el que enterró sus esperanzas tras mantenerse 64-58 arriba al descanso. Un parcial de 16-29 impulsado por la irrupción de todos sus activos permitió a Cleveland escapar sin remedio y colocar la máxima ventaja hasta el +17.
No hubo reacción local ni se la esperaba después de una nueva muestra de la inconsistencia de una plantilla que no pega ni con pegamento. Faltan triplistas (8-27 anoche) pero también jugadores intimidadores en defensa o anotadores de complemento consistentes, también disciplina. Se le acumulan a los Lakers los problemas y cada vez parece más difícil que Darvin Ham sea capaz de enderezar el rumbo con lo que tiene al alcance de la mano.
La voluntad de la dirección técnica era darse 20 partidos para determinar que debían hacer con el grupo, pero llegados a ese puntos podría ser demasiado tarde para que el equipo pueda pensar ya en alcanzar los playoffs, el play-in o incluso la undécima plaza con la que ya hicieron el ridículo el curso pasado.