Los Lakers, despropósitos en cuanto a resultados y confección de plantilla al margen, se han convertido también en una contradicción. Cuando Russell Westbrook, vista su imagen como la que condensa el declive de la franquicia, juega por fin bien y se mantiene en su inspiración como nuevo jugador de banquillo de lujo, lo de púrpura y oro no se ponen a su altura, todo lo contrario, siguen en la mediocridad. Los 21 puntos y 11 asistencias del base -segundo doble-doble de esta temporada-, no tuvieron impacto ninguno en unos Lakers que se mantienen en la rutina de la derrota, amargando a su tan numerosa como decepcionada afición la siempre feliz noche del viernes cayendo contra los Sacramento Kings de Jordi Fernández (114-120). Sin LeBron James, lesionado, todo se ve aún más negro.
Mucha voluntad pero poca calidad, el equipo de Darvin Ham se volvió a caer en los minutos finales de un encuentro parejo que los Lakers llegaron a ganar de 12 en los últimos instantes del segundo cuarto (57-45). Los de púrpura y oro -con cinco ya derrotas consecutivas-, corren el riesgo ya de caer en una depresión que les haga pensar de manera prematura en la temporada siguiente. Diluido ya del todo el efecto de las dos victorias consecutivas contra Nuggets y Pelicans, la franquicia angelina comparte con los Houston Rockets el deshonor de ser el peor equipo de toda la NBA, aunque en un contexto muy diferente, ya que los Rockets de Garuba trabajan en un proyecto de futuro cada vez con más presente.
En los Lakers no hay resquicio para el optimismo. Ante un panorama tan desolador, los buenos números de Anthony Davis -24 puntos y 14 rebotes-, así como los de Lonnie Wallker IV (19) y otros secundarios que están dando la cara como Austin Reaves (19), siguen sin decir nada. El conjunto de Darvin Ham, atrapado en la teoría de la manta, se ha tapado la cabeza para dejar descubiertos los pies. Cuando ha logrado encarrilar a Westbrook, cuando las buenas rachas de triples ya son algo más frecuentes -40% contra los Kings-, dejan de lado la fortaleza defensiva a la que se podían agarrar los Lakers como consuelo -ha pasado de ser la segunda mejor defensa a la 15ª-. Y LeBron se lesiona.
De ‘Aaron Fox (32 puntos) y Domantas Sabonis, entre otros (21), se encargaron de hacer añicos la denostada defensa ‘laker’ en unos Kings en los que el ex del Manresa, Chima Moneke, sigue en el anonimato, sin minutos de nuevo. La buena actuación de Westbrook tuvo letra pequeña -6/17 en tiros de campo y 5 pérdidas-, pero, si realmente los Lakers siguen sin querer a un ‘Russ’ que emerge ya como favorito a Sexto Hombre del año-, la revalorización del base pensando en un futuro traspaso es una esperanza en medio de la nada.
Según ha revelado el periodista Chris Hyanes, LeBron y más jugadores quieren que Rob Pelinka gaste lo que los Lakers guardan como un tesoro, esas dos selecciones de primera ronda de draft de 2027 y 2029 -las únicas que le quedan a la franquicia-, para una operación que refuerce la plantilla. LeBron, harto de perder el tiempo, no está dispuesto a derrochar otra temporada de su largo ‘prime’.