Los Angeles Lakers soñaron e hicieron soñar por momentos a una afición entregada en el Crypto.com Arena, que vio relegados todos los problemas de la temporada en la tremenda remontada que llevó al equipo de perder por 20 puntos en el tercer cuarto (61-81) a ganar por 13 (106-93) en el tramo final. Para frustración de los locales, el mejor equipo de la NBA, los Boston Celtics, despertó entonces y con un parcial de 4-17 forzó la prórroga en menos de 4 minutos. Después de la alegría, los fantasmas volvieron con fuerza y en el tiempo extra no hubo manera, los de verde se llevaron el clásico estadounidense por 118-122, uno de los mejores que se recuerda.
“Necesitábamos ganar, veníamos de dos derrotas en partidos consecutivos y hemos encontrado la manera de lograrlo en la segunda noche de un back-to-back“, aseguró Jayson Tatum, autor de la canasta que empató el choque a 17,8 segundos del final. Los Lakers se encontraron con unos líderes vulnerables, que venían de tropezar contra los Warriors y los Clippers en su larga gira de seis encuentros a domicilio. La estrella visitante, con 44 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, se aseguró de que los suyos pudieran cerrar el viaje con la cabeza bien alta y evitando su primera racha de tres derrotas seguidas este año.
En la noche hollywoodiense, las estrellas brillaron con luz propia. “Esta es una de las mayores rivalidades del deporte, y poder jugar un Lakers-Celtics así de competitivo, con esta atmósfera, es todo un honor. Sin duda, hoy me he divertido mucho“, explicó Jaylen Brown, autor de 5 de sus 25 puntos en la prórroga.
La exhibición de Tatum estuvo acompañada por la del mejor Anthony Davis que se recuerda (37 puntos, 12 rebotes y 3 asistencias) y la del perenne LeBron James, que continúa impertérrito al paso del tiempo camino al récord anotador de la NBA. El astro de Akron, que rozó el triple-doble con 33 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias, dirigió el amago de milagro local con 22 tantos en la segunda mitad.
El parcial de 45-12 de los Lakers en poco más de 12 minutos entre el tercer y último período fue quizás su mejor momento de un nuevo curso de penurias. Russell Westbrook se creció durante la remontada y terminó con 20 puntos, 14 rebotes y 5 asistencias (7-19 TC), pero en la prórroga pecó de exceso de voluntad y erró hasta tres tiros abiertos mientras los Celtics aprovechaban y se escapaban con 12 puntos consecutivos capitaneados por Brown.
Marcus Smart, con sus cuatro triples para sumar 18 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias, resultó clave al anotar su cuarta diana de perímetro a 45 segundos del final, situando el 110-108 en el marcador. AD titubeó entonces, y con dos fallos desde la línea de personal, entregó el destino local al conjunto visitante. A pesar de que ha vuelto a dominar como en sus tiempos en New Orleans, el ala-pívot también falló contra los Sixers, el pasado viernes, un tiro libre a 3,7 segundos que hubiera ganado otro partido para su equipo. LeBron, de tres, erró el potencial tiro ganador tras el empate de Tatum que forzó la prórroga.
Al final, los malos vicios de los Lakers (11-16) pesaron más y la buena dinámica de Boston (22-7) terminó por imponer el resultado esperado de la contienda, bronca y tensa como en los mejores años de la rivalidad entre las dos franquicias más laureadas de la liga. Los angelinos, tras dar vida a su temporada con una racha de 8 victorias y 2 derrotas, vuelven a las andadas con cuatro reveses en los último cinco encuentros.
“Da igual que equipo esté enfrente, debemos aplicar nuestra identidad física, dura, desde el inicio. No podemos seguir entregando lideratos o desaprovechándolos”, analizó Darvin Ham, técnico de L.A. “Es un rollo, y me fastidia no haber ganado, pero vamos a aprender de esto y mejoraremos seguro”.