La sorpresa de la noche, y quizás de toda la semana, tuvo lugar en el Barclays Center. Los Brooklyn Nets se vieron superados por unos Lakers que llegaban plagados de bajas. Los de Frank Vogel lograron un triunfo de autoridad por 126 a 101 que les permite coger aire mientras esperan la vuelta de sus estrellas.
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Pocos esperaban la victoria de los angelinos anoche en casa de unos Nets que reinaban en la Conferencia Este. Brooklyn, que hace poco que ha recuperado a Kevin Durant y anoche lo emparejó en cancha con Kyrie Irving, sufrió la ausencia de James Harden anoche.
Sin embargo, la superioridad angelina fue clara desde el primer momento. Al final del primer cuarto ya ganaban de 8 y, pese al amago de despertar de los Nets, tras el descanso no hizo más que aumentar. Poco tardó Steve Nash en alzar la bandera blanca en el tercer cuarto y retirar a sus mejores jugadores.
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En los Lakers, que anoche vieron como hasta cuatro de sus titulares habituales engrosaban las listas de lesionados, triunfó el compañerismo y la confianza en que desde la defensa también se puede ganar.
Es por algo que los angelinos siguen teniendo la mejor defensa de la liga, incluso sin LeBron James y Anthony Davis. Ayer volvieron a jugar sin sus estrellas, además de no contar con Marc Gasol ni Wesley Mattews. Tampoco pudo jugar Kyle Kuzma, dejando un equipo muy corto para Vogel.
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Fue la noche del debut de Ben McLemore, con 17 puntos y una carta de presentación ideal: si tiene tiros, los va a tirar y si tiene espacio, los va a meter. ¿Qué más quieren los Lakers? También fue la noche de consagración de Drummond con su nuevo equipo.
El interior terminó como máximo anotador, logrando 20 puntos y 11 rebotes pese a disputar tan solo 22 minutos. Fue el líder interior que los Lakers necesitaban sin Davis ni Marc y aguantó el tipo en defensa pese a los quintetos pequeños que los Nets le echaron encima.
Por el resto, los angelinos tiraron de garra y esfuerzo grupal. Hasta ocho jugadores en total superaron la barrera de los diez puntos. Todos aportaron su granito de arena y todos hicieron de la noche una fiesta. Ganar a los Nets sin tus estrellas no se hace cada día.
En Brooklyn fallaron muchas cosas. Y sobre todo, se fallaron muchos triples. Los Nets apenas encestaron 5 de sus 27 intentos desde la línea de tres y acusaron la falta de puntería en su intentona de engancharse al encuentro.
Kevin Durant terminó como máximo anotador en 24 minutos, logrando 22 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias. Poco más lejos se quedó Kyrie Irving, sumando 18 tantos pero incapaz de convertirse en un factor ganador para los suyos.
Steve Nash tiró de una rotación larga, dio minutos a los menos habituales y descanso a los titulares. Entregó su cara de rendición pronto, consciente de que no era la noche de ganar a los Lakers.
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