Los Angeles Lakers son capaces de lo mejor y lo pero en cuestión de días, horas y minutos. Anoche sacaron a relucir su mejor versión para dar cuenta de unos Phoenix Suns debilitados por las bajas de Kevin Durant y Deandre Ayton, aunque no por ello menos peligrosos para un equipo tambaleante como los locales. Con LeBron James ejerciendo de animador y técnico asistente de Darvin Ham desde la banda, todavía lesionado y sin fecha específica de retorno, L.A. logró su segundo triunfo consecutivo (122-111) para volver a situarse en posiciones de play-in, su objetivo de mínimos en este cierre de temporada regular.
Después de seis derrotas seguidas contra la franquicia de Arizona, la victoria fue un nuevo haz de esperanza que recarga la autoestima de los jugadores y la afición. Anthony Davis, con 27 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias, ejerció de líder como se espera a pesar de su fragilidad e irregularidad constatadas en los últimos días. D’Angelo Russell, con 26 puntos y 6 asistencias, y Austin Reaves, tocado por una varita mágica con 25 tantos y 11 pases de canasta, completaron la meritoria actuación de L.A.
Los locales llegaron a tomar una ventaja de 12 puntos en la primera mitad, si bien los Suns se agarraron como pudieron al partido y exigieron a sus rivales hasta el final. Devin Booker, autor de 33 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias, anotó a nueve minutos del final una canasta que dejaba a su equipo uno abajo en el marcador (95-94). Lejos de entregarse al tembleque, los destacados de L.A. respondieron bajo presión y lograron abrir una vez más el hueco para no tener que sufrir en los minutos definitivos.
La defensa de Jarred Vanderbilt (13 puntos) sobre Booker en los minutos definitivos también se llevó el reconocimiento de sus compañeros, mucho más confiados en el plano defensivo desde la llegada de la nueva hornada de jugadores en febrero que parece haber apuntalado varias deficiencias de la plantilla. Malik Beasley, que anoche cedió con gracia su puesto de titular a Reaves, un decisión muy acertada de Darvin Ham, contribuyó con dos triples claves en el tramo final.
Los Suns también se quejan de los árbitros
En clave de los Suns, tan solo Chris Paul acompañó a su referente con 18 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias. Torrey Craig, con 14, y Landry Shamet, con 15, aportaron de manera insuficiente para una plantilla que navega en aguas turbias desde la lesión de KD. Phoenix, cuarta en el salvaje Oeste, ha perdido cinco de sus últimas seis citas y no está para nada salvada en la complicada batalla por acceder directamente a los playoffs.
Con un balance de 38 victorias y 34 derrotas, lo tienen mucho mejor que unos Lakers que presentan 36 triunfos y 37 reveses esta temporada, suficiente para marchar décimos en la clasificación. En medio de su pequeña crisis de resultados, los 46 tiros libres del rival enfadaron, y mucho, a Monty Williams, técnico de Phoenix: “¿Dónde has visto tú un partido con 46 tiros libres para un equipo? Simplemente no está bien. Me da igual cómo lo veas. Nos está pasando a nosotros demasiado. Los otros equipos van a por la pelota, nos golpean, y no recibimos los mismos silbatos. Estoy cansado y viene de lejos”.
Los Suns, efectivamente, lanzaron solo 20 tiros libres y fueron superados desde la línea personal por 21 puntos. Paul también se quejó de los colegiados en vez de centrarse en la situación de su equipo en líneas generales. “Hemos visto cosas un poco locas en diferentes situaciones. Tenemos un jugador que penetra hasta la canasta noche sí y noche también, y no ves el mismo tipo de faltas sancionadas. Es una locura, y más como algunos árbitros son imposibles de tratar. No puedes hablar porque la comunicación es horrible”, aseguró CP3.