Sobre el pasado En pocos años, las compañías de economía de concierto y el tratamiento de su fuerza laboral se ha convertido en un tema candente para el debate del sector público y privado.
En nuestro reciente evento anual Disrupt en San Francisco, analizamos cómo los fundadores, las empresas y la comunidad en general pueden desempeñar un papel positivo en la economía del concierto, con la ayuda de Derecka Mehrens, director ejecutivo de Working Partnerships USA y cofundador de Silicon. Valley Rising: una campaña de promoción centrada en luchar por los derechos de los trabajadores tecnológicos y crear una economía tecnológica inclusiva, y Amanda de Cadenet, fundador de Girlgaze, una plataforma que conecta a los anunciantes con una red de 200,000 creativos no binarios y de identificación femenina.
Derecka y Amanda se sumergió profundamente en los lugares donde las compañías de conciertos no se han quedado cortas, qué están haciendo para enderezar el barco, si las mentalidades de VC y de hipercrecimiento encajan en una economía de conciertos sostenible, así como las ideas sobre el nuevo ‘Uber de Uber Plataforma de Works y CA AB-5. Lo siguiente ha sido ligeramente editado por su longitud y claridad.
Donde las compañías de conciertos actuales están fallando
Arman Tabatabai: ¿Cuál fue la promesa original y la propuesta de valor de la economía del concierto? ¿Qué salió mal?
Derecka Mehrens: La economía del concierto existe en un contexto más amplio, que es uno en el que el neoliberalismo está fallando, la economía de goteo se prueba mal y todos los días los trabajadores no sobreviven y buscan algo más.
Entonces, tiene una situación en la que el sistema que armamos para crear empleo, crear nuestras comunidades, construir nuestra vivienda, darnos trabajo es disfuncional. Y dentro de eso, la gente va a llegar a soluciones disruptivas a sus partes con la promesa de resolver un problema. Pero sin una solución más amplia, eso, a nuestro juicio, terminará exacerbando las desigualdades existentes.
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