Esta vez sí que no hubo sorpresas. Paolo Banchero fue el primer nombre en salir de boca de Adam Silver, siendo elegido por los Orlando Magic para ser la próxima piedra angular de la franquicia y acelerar su reconstrucción para volver a competir con los mayores.
Los de Florida llevan varios años sin éxitos ni alegrías y la lotería les había agraciado esta vez con el primer pick de la velada. Es la cuarta vez en su historia que lo lograban. Las otras veces se hicieron con Shaquille O’Neal, Chris Webber y Dwight Howard; casi nada.
Esta vez ha sido Paolo Banchero, procedente de los Duke Devils, el escogido por la franquicia. Más allá de su impacto inmediato lo que más atrae de Smith es su potencial de futuro. Es un jugador con muchísimo margen pero también una realidad.
Ha pasado el año junto a Coach K en el último baile del histórico entrenador y viene con la lección aprendida. Es sin duda uno de los nombres más mediáticos de su generación pero lo es por méritos propios.
Hablamos de un exterior rápido y con capacidad infinita en ataque, donde puede producir para el resto o generar sus propios puntos. Existen dudas sobre sus capacidades defensivas pero en términos generales es uno de los jugadores más completos de este Draft.
En los Magic hay mucho talento joven, mucha promesa, pero ninguna estrella. Este año ha sido el de la explosión de jugadores como Wendell Carter Jr. o Franz Wagner, dos aciertos de la gestión de la franquicia en los últimos años.
Además, Jonathan Isaac debería volver de su larga lesión y convertirse en otro de los puntales del equipo. Si consiguen centrar a Markelle Fultz y Cole Anthony, los compañeros de Paolo Banchero no van a estar nada mal. Ahora todo consiste en hacer encajar las piezas.