Partido de auténtica locura en el AT&T Center anoche. Dallas Mavericks y Golden State Warriors ofrecieron un espectáculo tremendo en un encuentro que terminaron llevándose los tejanos por 132 a 134 con la brillante actuación de Luka Doncic y a pesar de Steph Curry.
Empecemos por los de San Francisco. Apenas una noche después de que Kelly Oubre se fuera hasta los 40 puntos, Steph Curry volvió a tomar la batuta y se erigió líder absoluto de los suyos. El base, con siete triples anotados al descanso, dio muestra desde bien temprano de que la noche venía cargada de emoción.
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Curry terminó con 57 puntos en una actuación colosal. Anotó 19 de sus 31 lanzamientos, incluidos 11 de 19 tiros de tres, y repartió 5 asistencias. Todo esto en 37 minutos y para morir en la orilla puesto que Dallas aguantó las embestidas de los Warriors y se llevó el triunfo por la mínima.
Claro, que en los Mavericks tampoco anduvieron faltos de magia. Luka Doncic recuperó su sonrisa y su mejor versión con un recital de juego que valió para lograr un merecido triunfa de Dallas. El esloveno se fue hasta los 42 puntos (máximo de carrera), 7 rebotes y 11 asistencias anoche.
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Su 7 de 12 en triples y 11 de 14 en tiros libres contrastó enormemente con los problemas de acierto que venía sufriendo esta temporada pero los puntos llegaron cuando su equipo más le necesitaba.
La labor coral de los de Rick Carlisle les permitió atar una victoria importantísima para ir recuperando sensaciones tras un duro inicio de temporada en la Conferencia Oeste. Anoche hasta seis jugadores superaron la barrera de los 10 puntos y aportaron su granito de arena para hacerse con el partido.
En los Warriors también destacaron los 22 puntos de Andrew Wiggins, con gran efectividad en el lanzamiento, y los 20 de Kent Bazemore desde el banquillo.
Draymond Green no anotó ni un solo tiro de campo pero sí que firmó una estadística espectacular, terminando con 2 puntos, 6 rebotes, 15 asistencias, 6 robos y 4 tapones. Eso sí, perdió 7 balones que en más de un caso condenaron a su equipo a recibir puntos fáciles.
El encuentro acabó decidiéndose en los instantes finales después de que Golden State lograse recortar diferencias a falta de pocos minutos. Un triple de Luka Doncic a falta de 45 segundos y otro de Kleber desde la esquina acabaron resultando decisivo y sepultando las esperanzas de Golden State de lograr la machada.
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