Los alimentos son alimentos muy saludables, con múltiples beneficios para la salud a nivel físico y mental. Son muy ricos en vitaminas A y C y, además, refuerzan el sistema inmune, mejoran la salud ocular y retrasan el envejecimiento prematuro de la piel y las células. Ahora bien, para que no se estropeen a los pocos días de haberlos comprado, hay algunos trucos para conservar los pimientos que debemos poner en práctica.
¿Cómo conservar los pimientos?
Lo más sencillo es almacenarlo en el cajón de verduras de la nevera. Para conservar los pimientos tenemos que sacarlos de la bolsa de plástico en la que vienen para que circule el aire. Con la refrigeración adecuada, los pimientos pueden mantenerse en perfectas condiciones unos cuatro días.
Los pasos que debemos seguir son los siguientes:
- Sacamos los pimientos de la bolsa de plástico porque si permanecen dentro van a empezar a sudar, acelerando el proceso de descomposición.
- Lavamos los pimientos con abundante agua fría para eliminar la suciedad.
- Los secamos con papel de cocina absorbente, hasta que no quede el más mínimo rastro de humedad.
- Los dejamos reposar a temperatura ambiente sobre papel de cocina absorbente, hasta asegurarnos de que están 100% secos.
- Introducimos los pimientos en el cajón de las verduras de la nevera.
Lo más importante es no almacenarlos en una bolsa o recipiente cerrado, porque así lo único que vamos a conseguir es que se pudran muy rápido.
¿Los pimientos se pueden congelar?
Si no vamos a consumir los pimientos en los cuatros días posteriores tras la compra, lo mejor es congelarlos. Lo primero y más importante es comprar unos buenos pimientos, que no tengan golpes ni manchas. Deben tener tanto la piel como el tallo firmes y sin ninguna imperfección.
Una vez en casa, los lavamos bien, los cortamos por la mitad de forma transversal y les sacamos las semillas y el corazón. El siguiente paso consiste en cortar los pimientos como más nos guste: en rodajas, en tacos, en tiras… Los extendemos en una bandeja, y metemos la bandeja en el congelador hasta que los pimientos se congelen.
Una vez congelados, sacamos la bandeja y ponemos todos los pimientos en una bolsa para congelar, eliminando la mayor cantidad de aire posible. Si son muchos y no vamos a usarlos todos al mismo tiempo, también podemos hacer pequeños grupos y envolverlos en film plástico. Cuando los tengamos listos, metemos todos los paquetes de pimientos en un tupper de plástico, y al congelador.
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