El despliegue de mosquitos estériles por drones podría acelerar los esfuerzos para controlar sus poblaciones y reducir las enfermedades transmitidas por insectos, según un experimento de prueba de concepto realizado por un equipo de investigación multiinstitucional. La técnica mejorada podría salvar miles de vidas.
Los mosquitos son un peligro para la salud pública en todo el mundo, propagan infecciones como la malaria a millones y causan innumerables muertes y crisis de salud. Aunque las trampas y las redes ofrecen cierta protección, el enfoque proactivo de reducir el número de insectos también ha demostrado ser efectivo. Esto se logra esterilizando los mosquitos machos y soltándolos en la naturaleza, donde compiten con los otros machos por comida y compañeros, pero no producen descendencia.
El problema con este enfoque es que es bastante práctico, lo que requiere que las personas viajen a través de áreas infestadas de mosquitos para realizar liberaciones regulares de machos tratados. Se han intentado algunos métodos de dispersión aérea y otros, pero este proyecto de investigadores franceses, suizos, británicos, brasileños, senegaleses y otros parece ser el más efectivo y práctico hasta el momento.
Los mosquitos cultivados a granel y esterilizados por radiación se empaquetan a bajas temperaturas (los mosquitos “refrigerados” no vuelan ni se pican) en cartuchos. Estos cartuchos se mantienen refrigerados hasta que se puedan llevar a un sitio objetivo, donde se cargan en un avión no tripulado.
Este dron asciende a una altitud establecida y viaja sobre el área objetivo, liberando constantemente miles de machos estériles a medida que avanza. Al organizar el centro de una ciudad, los operadores de drones pueden recargar la nave con nuevos cartuchos y enviarla en más direcciones, logrando la dispersión en un espacio enorme y quizás difícil de navegar más rápida y fácilmente que las técnicas manuales.
El experimento utilizó mosquitos marcados con tintes fluorescentes que permitieron a los investigadores rastrear la efectividad de sus mosquitos lanzados al aire, y la nueva técnica muestra una gran mejora con respecto a los métodos manuales (del orden del 50% mejor), sin siquiera entrar en las reducciones de tiempo y trabajo. Los nuevos métodos para esterilizar, empacar y repartir los insectos acentúan aún más los resultados.
Los investigadores señalan que si bien hay muchas aplicaciones para esta técnica en tiempos ordinarios, los tiempos extraordinarios de esta pandemia presentan nuevos peligros y oportunidades. La comorbilidad de COVID-19 y las enfermedades transmitidas por mosquitos está prácticamente sin estudio, y es probable que las interrupciones en las cadenas de suministro y los esfuerzos normales de supresión de insectos conduzcan a picos como la malaria y el dengue.
Un trabajo como este podría mejorar la salud general de miles de millones. El trabajo de los investigadores apareció en la revista Science Robotics.
Source link