“Leo, ¿tomás unos mates con nosotros?”. Rodrigo de Paul, acompañado de Leandro Paredes, fue el encargado de llamar a la puerta de la habitación de Messi, cuando regresó a la selección argentina después de ausentarse durante varios partidos tras salir muy tocado del Mundial de Rusia. Al 10 le golpearon mucho tras caer eliminado en octavos contra Francia. Necesitó incluso dar un paso al lado y se ausentó durante seis encuentros. La albiceleste siguió jugando sin su capitán y con Lionel Scaloni ejecutando el cambio generacional.
De Paul se convirtió en el líder de aquel equipo ante la ausencia de la Pulga. Junto al centrocampista colchonero se formó un buen grupo con Paredes, el Papu, Lo Celso... Pero fue Rodri quien se encargó de integrar a Messi en su nueva selección, cuando regreso al combinado nacional. Por primera vez era el nuevo del grupo y en el último precedente, en Rusia, Leo se pasaba horas encerrado en su habitación y prácticamente solo hablaba con Agüero, su compañero de cuarto. Necesitaba liberarse y sentirse el líder de verdad, algo que jamás había notado totalmente cuando estaba con Argentina.
Y aquella invitación de De Paul lo cambió todo. Se juntaron y empezaron a tomar mate entre unos cuantos. Messi se sintió a gusto con su nueva banda. Incluso empezó a encajar sus bromas. “Sus jodas”, como dicen entre ellos. Leo aguantó la que le tiró De Paul. “¿Nos haces uno de esos lavaditos?”. Lavadito es cuando el mate te queda aguado y pierde sabor, algo imperdonable para un argento. Messi se defendió después en una entrevista alegando, mientras reía, que era una invención de su amigo Rodrigo.
Entre bromas y mates, se formó un equipo. Y a De Paul se le tacha injustamente de ser el guardaespaldas de Lionel. Rodrigo es vital a nivel humano, porque es el líder de la banda de Messi, y también sobre el terreno de juego, donde juega por detrás del 10 y su trabajo es también pura liberación para su capitán.
Formado en la cantera de Racing de Avellaneda como extremo, pasó sin éxito por el Valencia y se volvió a Racing para cumplir un sueño: Jugar la libertadores con ‘El Primer Grande’. Aunque su auténtico punto de inflexión fue su paso por el Udinese. Allí le reconvirtieron en volante, una posición desde donde catapultó su carrera.
Con sus números sale en la foto
Se hizo fuerte en la albiceleste, convirtiéndose en un pilar para Scaloni, que se dio cuenta que no podía ser vertical porque le faltaban extremos. Debía jugar a otra cosa y eligió proteger a Messi con Paredes como pivote y De Paul como interior. Ahora tiene más opciones, con Mac Allister y Enzo Fernández sumando por delante de Paredes y el lesionado Lo Celso. Pero el colchonero sigue siendo vital para esta Argentina.
También lo dicen los números. De Paul lidera todas las estadísticas más allá de las ofensivas, que se las deja a su amigo Messi. Se ha vaciado corriendo más que nadie (52.35 km), es el que más pases da de la albiceleste (436), el que más sprints ha completado (273), quién más intentos de ruptura realizó hasta ahora (94 de 136 intentos). Es el que más se ofrece a sus compañeros tirando ya 505 líneas de pase y el que más presiona al rival (149 en lo que llevamos de torneo). Sí, siempre sale en la foto con Messi, también dentro del campo porque después de la Pulga, es el mejor futbolista argentino del Mundial.