Lo de los Brooklyn Nets es un misterio cada vez más difícil de comprender, de la casi desintegración de un proyecto faraónico a la total comunión de un equipo que reclama, muy en serio, que por favor se le mencione en la selecta conversación por el anillo. Y visto lo visto, cuantos partidos ha ganado y a quién, habrá que hacerles caso porque, aunque empezaron mejorando a la chita callando, es imposible ya que no se les vea, imponente octava victoria consecutiva contra los Milwaukee Bucks (118-100) de Giannis Antetokounmpo tras el severo correctivo infligido a los Warriors (143-113) para asentarse en la cuarta posición en el Este (20-12) y llamar al liderato que ocupan los mismos Bucks y que ya no queda tan lejos (22-9).
Lo disfrutó desde la grada Zlatan Ibrahimovic días después de que lo hiciera Roger Federer. Los grandes de otros deportes asisten también al milagroso renacimiento que se está viendo en el Barclays Center, donde los cánticos de ‘MVP’ a Kevin Durant, el que quería ‘huir’ en verano ante el panorama que había, se han convertido en la banda sonora. No estará tan a disgusto cuando está tirando como nunca en su carrera, un 80% desde el área restringida, más de un 70% desde la pintura y un 57% desde la media distancia.
Pero lo mejor de todo, es que como contra los Warriors, sin Stephen Curry aunque ‘Anteto’ sí que estaba en los Bucks, los Nets no necesitaron de un Durant sobrenatural -24 puntos (9/17 en tiros), 6 aistencias y 5 rebotes-, como tampoco de un ‘exceso’ de Kyrie Irving -ausente ante Golden State-, 18 tantos del base con un 6/18 en TC, 9 rebotes y 6 asistencias. Quién no hace tanto hubiera podido decir que Brooklyn, con visibles necesidades en su plantilla como la falta de tamaño, pasarían por encima de los dos últimos campeones sin Kyrie ni Kevin en combustión. La razón, que Jacque Vaughn, con ese positivismo y pasión que desprende, ha logrado alrededor de su ‘dúo dinámico’ para construir un equipo de verdad que descarga a la vez a su extraordinaria pareja.
Lo ha conseguido en ambos lados de la pista, con Nic Claxton -18 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 3 robos-, consumado ya como especialista defensivo, gran trabajo el suyo para limitar a Giannis Antetokounmpo, 26 puntos 13 rebotes pero sólo pudiendo tomar 13 tiros -metiendo 9-, además de 7 pérdidas. Visto como uno de los eslabones débiles del quinteto titular -hasta por el propio Durant-, no se le esperaba pero ahí está.
Y lo mismo con Royce O’Neale (17 tantos) y sobre todo, Ben Simmons, presumiendo de ‘two-way player’ con sus 12 puntos, 11 capturas y 8 pases de canasta, recuperado para la causa por Vaughn, que hasta se ‘camela’ a rebeldes como el australiano o Irving. Desde luego, no se podía esperar tampoco que se apuntara T.J. Warren tras dos años lesionado, máxima eficiencia con
Con la derrota contra los Celtics como último precedente negativo, examinaban los Nets su condición de emergente contendiente al anillo en su primer duelo contra el actual líder del Este, test todavía más exigente si se tiene en cuenta que los Bucks, de los que están en la primerísima línea de favoritos, es el equipo que más tamaño tiene, justo lo que le falta a Brooklyn. Pero, a través de la astucia táctica de Vaughn y el espíritu colectivo, la franquicia neoyorquina hizo de su necesidad, virtud, limitando no sólo a ‘Anteto’ sino señalándolo en defensa, igual que a Brook López. Por algo, los dos máximos anotadores de los Bucks, 26 tantos para el griego y 23 para el estadounidense, fueron los que acumularon un peor más-menos -20 y -27 del equipo por detrás del -30 de Grayson Allen.
En la variedad está la clave de la eficiencia defensiva, sobre todo ante estrellas con tantos recursos como Giannis, y eso hicieron los Nets para desarmar al heleno tanto a nivel colectivo, recurriendo a la zona y el ‘box and 1’, como individual, unas veces emparejado con Ben Simmons -ese ‘especimen’ raro que te defiende al pívot y luego te dirige la transición-, otras con Nic Claxton, otras con Kevin Durant, quien le propuso una defensa magistral en el poste.
Las ayudas se multiplicaron en penetración o en situación de mismatch a favor del griego, muy bien definido el plan para defenderle al detalle, asignando expresamente un jugador más grande con el que fuera a ponerle el bloqueo al griego -aunque fuera uno más ‘pequeño’ como Holiday-, para evitar el ‘mismatch’ en el cambio o variando las asignaciones cuando ‘Anteto’ no había entrado aún en juego en la acción si era un jugador de menor tamaño el que se había quedado con él. En el perímetro -un 24% con un 9/37 en triples-, tampoco se halló nunca la solución.
Tanto lo bordó Brooklyn en la defensa que hicieron del punto fuerte de los Bucks el débil con las 7 pérdidas del griego y se ‘forraron’ con los triples en transición, aunque lo tenían muy claro los de Vaughn en el cinco contra cinco, atacando la defensa hundida en el ‘drop’ de López en el bloqueo directo con tiro instantáneo o penetrando, así como aprovechando también su defensa hundida en los mano a mano igual que ‘Anteto’, delatado más de una vez con cortes a su espalda. y aunque el equipo de Budenholzer cerrara todos los caminos, Durant al poste y ese tirito de media distancia que acierta más veces que falla (57%).
Milwaukee le pudo poner algo de emoción en la segunda parte tras el claro 60-47 del descanso y sobre todo, el 77-59 de mediados del tercer cuarto encarando el último parcial 10 abajo (85-75). los Bucks empezaron a leer mejor los ataques y a tomárselo con más pausa, entendiendo que, por muy bien que estuvieran defendiendo, los Nets seguían adoleciendo de falta de tamaño y que, cerca del aro, Brook López era superior a cualquiera si ‘Anteto’ le encontraba como así sucedió, con 12 puntos del ala-pívot y 5 asistencias del griego. No obstante, tirando de esa costumbre que ha cogido Vaughn de ‘soltar’ a Irving en la segunda parte dando siempre más minutos al base en ese periodo, los Nets no tuvieron problemas para soportar la presión de Milwaukee y la diferencia nunca bajó de los 10 puntos con el base registrando 15 de sus 18 tantos.
La acumulación de las derrotas en los últimos días contra equipos de la élite o cerca de ella -Grizzlies, Cavaliers y ahora Nets-, invita a los Bucks a la reflexión mientras todo va sobre ruedas en Brooklyn. Con Simmons fuera de las pistas más de un año tras su acto de rebeldía a una Philadelphia a la que se fue por patas James Harden, el intento de huida de Durant, el despido de Steve Nash y otra espantada de Irving, los ricos Nets eran el hazmerreír y ahora son la sorpresa que todos envidian. Lo que no te mata, te hace más fuerte.