Los Brooklyn Nets estaban dispuestos a hacer la vista gorda y obviar que la contratación de Ime Udoka, actual entrenador de los Boston Celtics suspendido del cargo por un lío de faldas, sería meterse en un lodazal todavía más grande. Después del despido de Steve Nash apareció en los medios el nombre del técnico denostado en Massachussets y se supo que la franquicia verde iba prácticamente a regalarlo, otro dato extraño en este entuerto.
El mensaje que mandaría a los empleados de la NBA, y especialmente al colectivo de mujeres que trabaja para la competición estadounidense, sería una vez más de impunidad y falta de rendición de cuentas. Por ello, “voces importantes” de la liga han comunicado sus reservas a Joe Tsai, propietario del equipo neoyorquino. Al multimillonario canadiense nacido en Taiwán le han pedido que reconsidere su postura de querer contratar a Udoka después de que los Nets sigan de plena actualidad por el tuit con un vídeo antisemita de Kyrie Irving.
Uno de los motivos que esgrimen estas personas clave dentro de la competición es “la considerable agitación que Brooklyn ha vivido ya esta temporada”, explicaba Marc Stein, uno de los periodistas mejor conectados dentro de la NBA. El resultado es que la contratación exprés de Ime Udoka se ha pausado y el caso podría arrastrarse unas cuántas semanas más de lo esperado.
Los últimos detalles del caso que le apartó del día a día en Boston no parece halagüeños, aunque sigue sin esclarecerse qué hizo y dijo exactamente el técnico de 45 años para ser apartado después de llevar a su franquicia a las Finales de la NBA el curso pasado.