Un jugador lo puede ser todo para un equipo. En el caso de los Brooklyn Nets, la mitad. O más. El conjunto de Jacque Vaughn contó otro partido sin Kevin Durant y otra derrota para registrar ya un 2-6 sin el alero, que estará unas dos semanas más de baja. Esta vez de las que escuecen, de las que dejan a un equipo en ‘paños menores’, desvaneciéndose el cuadro neoyorquino nada menos que contra los denostados Detroit Pistons, el segundo peor equipo de la NBA (122-130), absolutamente sin nada que hacer ya en el Este con su último puesto y su paupérrimo 13-37.
Tan minimizados se ven los Nets sin Durant -y sin Simmons, con molestias en la rodilla-, que hasta perdieron con 40 puntos de Kyrie Irving (14/27 en tiros y 6/12 en triples). Que hasta los Pistons se acabaron imponiendo con cierta comodidad. Que hasta el batacazo se produjo en casa y hasta no necesitó Detroit de un gran Bojan Bodganovic -apenas 11 tantos con un 4/15 en lanzamientos-, con tantos pretendientes. También los Lakers.
La caída fue considerable y los chicos de Vaughn pasaron de competir de manera muy digna contra unos Sixers a su máximo nivel con el tridente Embiid-Harden-Maxey a venirse abajo contra estos Pistons. Desconciertan en esta etapa sin Kevin Durant los Nets, capaces de ganar en estas condiciones en San Francisco a los Warriors (116-120) y competir contra Philadelphia (137-133), pero perder ante Oklahoma (102-112) o San Antonio (106-98).
Más allá de los 27 puntos de Nic Claxton -también 13 rebotes-, o los 24 de Edmond Sumner nadie alcanzó la decena, quedando como señalado también Joe Harris con apenas 7 tantos con un 1/4 en triples en 22 minutos para alimentar aún más los rumores de traspasos que se ciernen sobre el escolta.
En los Pistons se destacaron Saddiq Bey con 25 puntos (10/19 en TC) y Alec Burks, sumando 20 el ex de los Knicks con un 6/9 en lanzamientos y un efectivo 3/4 en triples. Los Nets tienen la tranquilidad de tener una plácida posición en el Este con su cuarto puesto y su 29-19 pero a la vez la preocupación de saber -como está comprobando-, que va a necesitar del mejor Durant.
Nadie les esperaba en la conversación por el anillo, pero, su problema, es que, bajo el ‘efecto Vaughn’ ya han incrustado esa ilusión en su necesitada afición.