Nada como una amplia y bonita victoria, como una exhibición de la estrella que nunca falla, Kevin Durant, para evadirse de todo el ruido de Kyrie Irving. Espoleados más que achicados por las tumultuosas circunstancias que rodean al equipo -que si Irving, que si Simmons, que si la posible llegada de Ime Udoka al banquillo-, los Brooklyn Nets acribillaron a los Washington Wizards (86-128). Sin ya Steve Nash, el técnico asistente Jacque Vaughn es quien se sienta de momento en el banquillo a la espera del entrenador definitivo.
Apartado Irving -por lo menos cinco partidos-, y fuera Simmons por lesión, Durant fue el único miembro del ‘Big Three’. Ante los constantes y desacertados desafíos de Irving, el desinterés de Simmons por aprender a tirar, suerte tienen los Nets de contar con la iniciativa de ‘Durántula’. La exhibición del alero no sólo se midió en sus 28 puntos (10/21 en lanzamientos), 11 asistencias y 9 rebotes, sino también en una de esas jugadas que deja huella, que se van directas a la galería para vivir para siempre. Con un crossover impresionante mirase desde donde se mirase, el ‘7’ tumbó a Daniel Gafford.
En un gran día de equipo, otros seis jugadores de los Nets sumaron dobles cifras de anotación: Nic Claxton (18 puntos y una magnífica serie de lanzamientos con un 9/10), Cam Thomas (17), Yuta Watanabe (14), Royce O’Neale (13), Edmond Summer (11) y David Duke Jr. (11). En los Wizards, Kristaps Porzingis se vio frenado (14 puntos y un pobre 4/11 en tiros) tras sus 30 en la victoria de Philadelphia y Bradley Beal fue el máximo anotador con 20, seguido de Kyle Kuzma (19).
Los Nets salen algo del pozo de la clasificación del Este con un 3-6 que les coloca cuartos por la cola, aunque a sólo una victoria de las posiciones de Play-In, la octava y la novena, ocupadas por Indiana Pacers y Washington Wizards, precisamente los dos últimos equipos a los que han ganado unos Nets que quieren empezar ya a pensar única y exclusivamente en baloncesto. Si Irving, claro, les deja.