Un segundo es un mundo. Y más, para un equipo que no está ahora para desperdiciar ahora ni un solo instante. Con ese pírrico tiempo, Jacque Vaughn, exprimiendo su pizarra, liberó a Spencer Dinwiddie para uno de esos impactantes triples de última hora desde el logo para que los Nets empataran a los Sixers y dejar a Doc Rivers con ‘un par de narices’ y se hizo la locura el Barclays Center, donde ya han dejado de verse las estrellas. Pero la revisión de la jugada diluyó la euforia de los grandes perdedores del mercado: el tiro había entrado fuera de tiempo y la victoria quedaba adjudicada para Philadelphia (98-101). Da igual. Porque lo que quisieron proclamar estos ‘nuevos’ Nets, que están muy vivos, quedó más que claro.
El triunfo contra los Bulls y la reñida derrota contra unos Sixers con la pareja Harden-Embiid a su nivel habitual revela que, por mucho que se de por sentado que tarde o temprano soltarán su plaza de play-offs, -quintos con 33-23-, a Brooklyn la van a tener que sacar a la fuerza de ahí. Duele y mucho que Kyrie Irving y Kevin Durant se hayan largado casi sin avisar y, por si no hubiera bastante, entre los visitantes James Harden -29 puntos y 6 asistencias-, un fresco recordatorio del fracaso de ese ‘Big Three’, de lo ya sucedió en el mercado del año pasado. La ‘Barba’ volvía a la Gran Manzana por primera vez como ‘sixer’, admitiendo su frustración por los escasos partidos en los que coincidió el tridente:
“Frustrante. Es mucho de “qué pasaría si…” cuando juegas menos de 20 partidos juntos. Así que es un poco frustrante, pero es lo que es. Espero que todo el mundo esté en un buen sitio y podamos seguir adelante”, reflexionó, en declaraciones recogidas por Nick Friedell, Harden, quien hizo las muletas rumbo a Philadelphia.
Sin embargo, el conjunto neoyorquino ha dejado de llorar por Irving y Durant, por ese dúo de amigos ‘compinchados’ tanto para armar su faraónica proyecto a la vez con su llegada en 2019 como para derribarlo con sus adioses al mismo tiempo. Sólo se centra en valorar y encajar con el resto lo que ha llegado a cambio, peor como es lógico que o que se ha ido pero, en cualquier caso, más que suficiente para armar un equipo ejemplar como colectivo.
“Es frustrante”
Irving y Durant centran el ruido pero Mikal Bridges vino a advertir en su debut que él es un jugador espectacular y está dispuesto a hacer lo mismo que en Phoenix, 23 puntos (8/18 en tiros de campo), 6 rebotes y 1 asistencia, valiosísima pieza para el equipo aún más de corte defensivo que quiere impulsar Vaughn con su versatilidad cerca del aro propio. Sabe mucho de defender Bridges y sólo pensar en las defensas dobles que pueda hacer junto a Nic Claxton es tener que compadecerse de los que la vayan a sufrir. Sin olvidar lo que puede aportar también en esta faceta -y en otras como el triple-, Dorian Finney-Smith. También empezó titular en Brooklyn Cam Thomas, quien vino desde Phoenix con Bridges.
Recibió esa doble defensa en algunos momentos Joel Embiid, pero el máximo anotador de la NBA con más de 33 puntos junto a Luka Doncic se halla en la cúspide de su carrera y tiene un amplio abanico de recursos para poder con todo, 37 puntos (12/18 en tiros) y 13 rebotes para el camerunés.
El buen hacer defensivo de los Nets, siempre por delante con rentas que llegaron a ser de 10 puntos, ralentizó la circulación del equipo de Doc Rivers, apenas 17 asistencias cuando promedian 25 en la temporada, lo que explica que Harden -obligado más a tomar tiros de alta dificultad-, ofreciera esta vez una versión más anotadora que pasadora, con esos 29 puntos -9/20 en tiros y 2/6 en triples-, y 6 asistencias.
El estreno de Bridges desplazó del quinteto titular a Cam Thomas, el protagonista en estos últimos días de los Nets más allá de Irving y Durant para lo bueno pero también lo malo, con sus exhibiciones de más de 40 puntos y sus comentarios homófobos. Aún así, el japonés aportó 14 puntos desde el banquillo, aunque quien sumó más desde la segunda unidad fue Joe Harris, con 18 tantos y un notable 6/9 en tiros. En tiempos de escasez, es oro para Brooklyn poder contar un un veterano con un fuerte sentimiento por la franquicia como el escolta, el que más tiempo lleva en la organización con 7.
Y también jugó Ben Simmons, pese a lo intrascendente de su intervención 4 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias en 16 minutos. Si en algún momento llegó a parecer que lo de su canje con Harden fue un ‘win-win’ entre Sixers y Nets, aquella fue pura fantasía.
Tyrese Maxey fue el más destacado desde el banquillo para los Sixers con 12 tantos, aunque el base-escolta sigue con problemas en el tiro, con sólo un 4/11 en lanzamientos y un 0/4 desde el perímetro. Ganó al final Philadelphia -tercero en el Este con 36-19-, pero estos Nets, a pesar de que se les haya excluido directamente por lógica de la conversación del anillo, no han dicho todavía su última palabra.