Después de dos días de Mundial, cada vez queda más claro que este Mundial es distinto, no solo por la controversia de disputarse en un país como Qatar, sino por un elemento que no está pasando desapercibido en el terreno de juego, los tiempos añadidos.
Pese a la interrupción del VAR en algunas ocasiones, lo árbitros no se han quedado cortos a la hora de determinar cuánto tiempo se añadía, y esto viene mandado por órdenes desde arriba, desde los estamentos arbitrales de la FIFA, que aseguraron que castigarían las pérdidas de tiempo, por este motivo la mayoría de partidos han superado los 100 minutos
“Hemos pedido a los árbitros que sean muy rigurosos y que añadan todo lo que se necesite para compensar las pérdidas de tiempo”, comentaba hace unos días el mítico ex árbitro, Pierluigi Collina, actual jefe del estamento arbitral de la FIFA. Las principales directrices a seguir por los colegiados para esta Copa del Mundo fueron claras; cuidar al jugador castigando el juego violento, y tratar de evitar los engaños al árbitro y las pérdidas de tiempo.
“Nuestra prioridad es proteger la seguridad y la salud del jugador. No queremos que un rival ponga en riesgo a otro. Seremos muy duros con las entradas (…) Vamos a perseguir a los que intentan engañar, los que fingen buscando un beneficio propio. Es algo inaceptable y no lo vamos a permitir”, explicó Collina, dando a entender el porqué de estos partidos tan largos.
Hasta la fecha, los tiempos de añadido en los primeros 5 partidos han sido:
Qatar – Ecuador: 10 minutos (5 + 5) / Inglaterra – Irán: 24 minutos (14 + 10) / Senegal – Países Bajos: 10 minutos (2 + 8) / Senegal – Países Bajos: 10 minutos (2 + 8) / Estados Unidos – Gales: 13 minutos (4 + 9) / Argentina – Arabia Saudí: 19 minutos (6+13).