los nuevos sistemas de la DGT que vigilarán si te saltas un STOP o una línea continua

La Dirección General de Tráfico (DGT) cuenta con multitud de sistemas para controlar la velocidad en las carreteras españolas. Precisamente, el exceso de velocidad es la infracción más común, así que el organismo tiene instalados casi 3.000 radares fijos, móviles y de tramo. Además, dispone de otros sistemas para vigilar infracciones como el uso del cinturón de seguridad o del teléfono móvil, como los drones o los helicópteros Pegasus.

Los nuevos sistemas de la DGT

Ahora llegan a nuestro país dos nuevos sistemas de vigilancia, basados en cámaras, que controlarán a aquellos conductores que se salten una línea continua o un STOP. Pueden multar a los infractores y emitir la denuncia correspondiente, que asciende a 200 euros y conlleva la pérdida de cuatro puntos si el conductor no para en un STOP. Por ahora están en fase de pruebas.

Tal y como informa la DGT en la revista ‘Tráfico y Seguridad Vial’ del mes de junio, el primer sistema cuenta con una cámara de vídeo que graba permanentemente los acercamientos de los vehículos a un cruce donde hay una señal de STOP. Se trata de un sistema de última generación, capaz de detectar si los vehículos se detienen por completo o solo reducen la velocidad. Si no respetan la señal, el sistema automáticamente detecta la infracción y envía el vídeo al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas para que se tramite el expediente de multa.

El artículo 151 del Reglamento General de Circulación establece lo siguiente: «La señal de STOP es obligación para todo conductor de detener su vehículo ante la próxima línea de detección o, sino existe, inmediatamente antes de la intersección y ceder el paso en ella a los vehículos que circulen por la vía a la que se aproximan».

Respecto al segundo sistema, que controla las líneas continuas, se compone de varia cámaras. Una de ellas lee la matrícula del vehículo que circula por el carril de incorporación y otra, estática y ubicada un poco más adelante, registra los vehículos que están circulando por la vía a la que va incorporarse. El sistema compara todas las matrícula registradas y cuando detecta que un coche se sitúa en la vía principal antes de que termine la línea continúa, envía las imágenes como prueba al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas para la tramitación del expediente de multa.

El objetivo de la DGT es reducir el número de accidentes en las carreteras españolas.


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