Quedan unas semanas de competición y los Denver Nuggets ya saben que serán campeones de la división noroeste de la NBA. Con la victoria por 100-119 sobre los endebles Detroit Pistons, la franquicia de Colorado capturó su décimo título de división de la historia, un primer paso rumbo a su anhelado primer anillo de la liga. Después de sufrir su peor racha de derrotas en toda la temporada regular, un total de cuatro consecutivas, el equipo de Michael Malone reaccionó y se conjuró para ir a por todas.
“Esto debe ser una piedra angular. Le he dicho al equipo que es una buena victoria. Hemos asegurado un puesto en playoffs. Hemos ganado nuestra división. Es genial”, explicó el entrenador. “Esto debe ser el principio de algo especial. Hemos perdido cuatro seguidos, lo peor de lo peor para nosotros este año. Ahora, volvamos a jugar y vayamos a por una racha”, añadió.
Nikola Jokic, como siempre líder del grupo, dividió su notable partido en dos fases. Primero asistió y facilitó el trabajo a sus compañeros y luego se espabiló él a la hora de anotar canasta. El MVP reinante, que escucha cada vez más cantos a favor de su enemigo Joel Embiid, cumplió como acostumbra con 30 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias en 34 minutos de juego, prácticamente sin despeinarse y con una efectividad de aúpa (14-18 TC; 0-1 3P).
El quinteto titular de Denver afinó las clavijas con una magnífica y equilibrada actuación en ataque y en defensa, si bien dudó algo al descanso ante la ligera ventaja (64-58) de los colistas en la Conferencia Este. Todo el cinco inicial anotó en dobles dígitos, con papel destacado para Jamal Murray (19 puntos, 6 rebotes y 10 asistencias) y Kentavious Caldwell Pope (20 tantos). Aaron Gordon y Michael Porter Jr. aportaron 15 puntos cada uno.
Los Pistons llegaron a ganar por 7 puntos en un encuentro con 16 cambios de liderato y 10 empates. Los Nuggets apretaron los dientes en el último cuarto y con una gran defensa se escaparon sin remedio para uno de los principales candidatos a llevarse el trofeo Victor Wembanyama en la NBA. “Un equipo de campeonato va a aumentar su energía. Lo hablamos durante un tiempo muerto y no hemos respondido. Es parte de nuestro aprendizaje“, valoró Dwane Casey, técnico local. Rodney McGruder, con 20 puntos, fue el más destacado de sus pupilos, con los novatos Jalen Duren (15 puntos y 13 asistencias) y Jaden Ivey (14 puntos y 6 asistencias) dando destellos para fantasear con tiempos futuros mejores.
Después de amasar tres títulos de división y dos segundos puestos en los últimos cinco años, la gran asignatura pendiente de Denver siguen siendo los playoffs. Les falta el anillo y, antes, el título de conferencia que jamás han ganado como franquicia. Desde 1967 sueñan con tocar la gloria, y ahora se conjuran para que este sea su gran año.