Los Denver Nuggets salieron como una apisonadora en casa del enemigo y no dejaron ni las migajas para los Phoenix Suns. La franquicia de Colorado liquidó a la supernova de Devin Booker y Kevin Durant con suficiencia por 100-125 y confirmó en el sexto partido de la eliminatoria su pase a las Finales de Conferencia de la NBA. Nikola Jokic fue el metrónomo de los visitantes con otro recital que terminó con su tercer triple-doble de la serie: 32 puntos, 10 rebotes, 12 asistencias, 3 robos y un tapón en 38 minutos (13-18 TC; 0-1 3P).
“Espero que haga sol fuera, para poder ir a la piscina y relajarme”, comentó el serbio, satisfecho y distendido después de la victoria que sitúa a los Nuggets ante su quinta oportunidad para clasificarse por vez primera para unas Finales de la NBA. Su equipo es uno de los seis activos en la liga que nunca ha logrado pasar a la ronda definitiva en la lucha por el anillo, y conocerá rival los próximos días con la resolución del Warriors-Lakers. En el pequeño y merecido descanso entre eliminatorias, el Joker dijo que quiere disfrutar de su familia.
Al descanso, la paliza por 51-81 ya enfriaba el calor de la grada local, una de las más bulliciosas de la liga, y le quitaba interés al partido. La inminente derrota despertó sensaciones parecidas a la despedida de la anterior campaña, cuando los Suns cayeron en casa por 33 puntos en el séptimo partido de las semis del Oeste ante los Dallas Mavericks de Luka Doncic. Un año después, en el mismo escenario e igualmente contra la espada y la pared, el conjunto de Monty Williams se deshizo como un azucarillo ante la mayor cohesión y mejor actitud del oponente, exactamente lo mismo que ocurrió el año pasado.
“Es difícil de procesar, es una derrota que duele mucho. El año pasado ya ocurrió, y perder dos veces así es duro”, valoró el entrenador, visiblemente dolido. “Las siguientes 24 horas no te sientes bien. Hay muchas variables en una temporada, pero ahora mismo todas me parecen excusas. Ha habido muchas distracciones externas, pero los chicos han aguantado todo el año”, añadió. “Ha sido vergonzoso”, reconoció KD. “Si doy algo de contexto se verá como una excusa, y en realidad solo debemos ser mejores el año que viene”, resumió.
Los Nuggets no dejaron de apretar el acelerador y mantuvieron a lo largo de la segunda mitad la distancia entre los 20 y pico y los 30 puntos, llegando a contar con 32 de máxima en el partido. Phoenix tenía las bajas importantes de Chris Paul, que se perdió el bulto de la serie, y, por si fuera poco, la de un Deandre Ayton que no pudo jugar por una contusión en las costillas, alimentando todavía más la frustración del grupo y la afición por su juego blando y apático.
El nuevo revés, ahora con un proyecto que incluye a uno de los mejores tiradores de la historia en Durant (23 puntos) y una de las grandes estrellas emergentes en Booker (12), ambos desdibujados y muy alejados de su versión estelar, vuelve a representar un jarro de agua fría difícil de superar para los Suns, que deberán reflexionar más allá de la mala suerte con las lesiones. Entre ambos, firmaron un pobre 12 de 32 en tiros de campo y 1 de 3 en triples, y es que el alero no lanzó ni un intento de perímetro.
Ante un grupo compacto y construido con mimo y equilibrio como los Nuggets, Phoenix echó de menos piezas secundarias clave despedidas en el intercambio por KD en febrero. Sin Mikal Bridges, su ancla defensiva en los últimos años de éxitos y único viaje a las Finales en 2021, o la experiencia de Jae Crowder y Cam Johnson, las bajas de CP3 y Ayton dejaron desnudos pero sin excusas a las dos estrellas de la franquicia. Perder entraba en las quinielas, pero no de esta guisa, con otra paliza que siembra el proyecto de dudas.
Unos dolores de Jokic a 3 minutos del final del tercer cuarto, con 68-96 en el marcador, fueron el mayor susto para Denver. El pívot serbio, segundo en las votaciones del MVP, recibió un rodillazo involuntario en la pierna por parte de Booker. La cosa quedó en nada y el serbio pudo liquidar al enemigo sobre la pista con la colaboración de los destacados habituales de Michael Malone. Jamal Murray, que llegó tocado por enfermedad, brilló con 26 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias y 4 robos. Kentavious Caldwell-Pope, con 21 tantos, también firmó un magnífico partido, redondeado por las aportaciones de Bruce Brown (13) y Michael Porter Jr. (10).
Dice mucho de la despedida de Phoenix el nombre de su jugador más destacado, un Cameron Payne que fue el único en dar la talla con 31 puntos, 6 rebotes y 2 asistencias (12-16 TC, 7-9 3P). El resto fue un solar, dando de nuevo una imagen impresentable a estas alturas de temporada. Será un verano largo, una vez más, en el desierto de Arizona.
Phoenix SUNS
100125
Denver Nuggets
Suns (100): Durant (23), Landale (13), Payne (31), Booker (12), Shamet (9).
Banquillo: Wainwright (0), Craig (4), Warren (0), Biyombo (2), Lee (6), Ross (0), Bazley (-), Okogie (-), Ayton (-), Paul (-).
Nuggets (125): Gordon (8), Porter Jr. (10), Jokic (32), Murray (26), Caldwell-Pope (21).
Banquillo: Green (4), Nnaji (0), Watson (2), Brown (13), Cancar (0), Smith (2), Jackson (3), Braun (4), Jordan (-), Bryant (-).
Parciales: 26-44 / 25-37 / 25-22 / 20-18
Árbitros: Marc Davis, Pat Fraher, Ben Taylor y Tyler Ford
Incidencias: sexto partido de las Semifinales de Conferencia Oeste de los playoffs de la NBA 2023 entre Nuggets y Suns, disputado en el Fooprint Center de Phoenix, Arizona, ante 17.071 espectadores. Denver gana la eliminatoria por 4-2.
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